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01 marzo 2024

El vigilante de la resiliencia de los bosques

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Mide la sensibilidad y la resiliencia de los bosques ante eventos extremos, como el fuego y la sequía. Gerard Codina (Sabadell, 1993) está ahora centrado, en concreto, en el estudio de las comunidades forestales de la cuenca mediterránea, con la idea de  crear metodologías que puedan ser utilizadas para medir esta resiliencia en otros bosques del planeta que también sufren de este tipo de perturbaciones. Su objetivo es, así, “determinar el punto de inflexión en la capacidad de recuperación de los bosques y poder anticiparnos al colapso de los ecosistemas forestales”, explica este joven y brillante investigador.

BBVA-OpenMind-Perez de Pablos- Gerard Codina vigilante de la resiliencia de los bosques_1 Gerard Codina (Sabadell, 1993) mide la sensibilidad y resiliencia de los bosques mediterráneos ante eventos extremos como el fuego y la sequía. Crédito: Gerard Codina
Gerard Codina (Sabadell, 1993) mide la sensibilidad y resiliencia de los bosques mediterráneos ante eventos extremos como el fuego y la sequía. Crédito: Gerard Codina

Codina recibió el pasado año la Beca Impulsa Barraquer para estudiar la resiliencia de los bosques mediterráneos dentro del programa Fondo de Bosques del futuro, e investiga, en la actualidad, en el Centro de Investigación Ecológica y de Aplicaciones Forestales (CREAF)

“Intentamos determinar el punto de inflexión en la capacidad de recuperación de los bosques y poder anticiparnos al colapso de los bosques”

“Me estoy centrando en el estudio del efecto de los incendios que se produjeron en la región mediterránea de la Península Ibérica; en general, en bosques dominados por diferentes especies de pinos, que es donde se concentran la mayoría de los incendios”, detalla. ¿Cómo lo hace? “Utilizando la información disponible en los Inventarios Forestales Nacionales, que proporcionan información a lo largo del tiempo de distintas parcelas forestales distribuidas por toda España, y así podemos ver como eran estos bosques en el pasado, como fueron afectados por el fuego y cual es su estado actual”, responde Gerard Codina. A partir de esta información, prosigue, “podemos calcular la resiliencia de estos bosques y relacionarla con distintas variables ambientales de cada localidad, como el clima antes y después del incendio, características del suelo, entre otras”. 

BBVA-OpenMind-Perez de Pablos- Gerard Codina vigilante de la resiliencia de los bosques_2 Codina utiliza la información de los Inventarios Forestales Nacionales para ver cómo eran los bosques antes de los incendios y cuál es su estado actual . Crédito: Roy Morsch/Getty Images.
Codina utiliza la información de los Inventarios Forestales Nacionales para ver cómo eran los bosques antes de los incendios y cuál es su estado actual . Crédito: Roy Morsch/Getty Images.

El objetivo final, agrega este experto, sería el de generar nuevas herramientas para predecir como responderán los bosques a los incendios, y al efecto conjunto de estos con otras perturbaciones como la sequía. “Estas herramientas generadas serían de gran relevancia, sobre todo en gestión, para anticiparse a los impactos del cambio climático en los bosques, implementando estrategias que contribuyan a la conservación de estos ecosistemas y evitar su pérdida y degradación”.

“El objetivo final sería el de generar nuevas herramientas para predecir como responderán los bosques a los incendios y al efecto conjunto de estos con otras perturbaciones como la sequía”

El interés de este joven investigador por la naturaleza empezó ya en su infancia. “De pequeño pasaba muchas horas en casa de mi abuela, una apasionada de las plantas y la jardinería”, recuerda. “Me pasaba cada tarde después del colegio jugando en el jardín, ayudando en el cuidado de las plantas y explorando, buscando insectos y aprendiendo de mi abuela”. Su historia recuerda a los inicios del autor de Mi familia y otros animales o El jardín de los dioses, el pequeño de los hermanos Durrell, Gerald, que acabaría convirtiéndose en un famoso naturalista y conservacionista.  

Codina calcula la resiliencia de los bosques y la relaciona con distintas variables ambientales como el clima o las características del suelo. Crédito: LeoPatrizi/Getty Images.

Esto le llevó, años después, a estudiar el Grado de Ciencias Ambientales en la Universidad Autónoma de Barcelona y, más tarde, el máster de Biodiversidad especializándose en la Biología de la Conservación.

El cambio climático afecta negativamente a bosques que, en principio, están adaptados al régimen natural de incendios, pero los está llevando al límite de su resiliencia y puede que no sea posible su recuperación”

“En muchos ecosistemas, como es el caso de los ecosistemas mediterráneos, el fuego es necesario para el buen funcionamiento del ecosistema”, explica este joven talento. Aun así, alerta a continuación, la dinámica de los incendios se está viendo alterada con el cambio climático, aumentando su frecuencia e intensidad. “Incendios de más intensidad, aparte de ser más peligrosos, también pueden afectar negativamente a bosques que, en principio, están adaptados al régimen natural de incendios, llevando a éstos al límite de su resiliencia, y que no sea posible su futura recuperación”.

“Lo mejor sería favorecer los incendios de baja intensidad, como, por ejemplo, con quemas controladas, sin poner en riesgo a las personas ni los ecosistemas naturales”

¿Cuál sería la solución? “La gestión debería ir enfocada en minimizar los incendios de gran intensidad, para no poner en riesgo a la población, ni llevar el ecosistema forestal al límite, y las medidas se deben adaptar a la realidad de cada localidad y situación”. 

El objetivo es generar herramientas para anticiparse a los impactos del cambio climático en los bosques y contribuir a su conservación. Crédito: SimonSkafar/Getty Images.

Teniendo en cuenta que los incendios, en muchos casos, son inevitables a largo plazo, Codina opina que “lo mejor sería favorecer los incendios de baja intensidad, como, por ejemplo, con quemas controladas, sin poner en riesgo a las personas ni los ecosistemas naturales”.

“Los incendios también están acelerando los cambios en el paisaje, favoreciendo la sucesión hacia comunidades vegetales adaptadas a ambientes más áridos” 

Y menciona una tendencia alarmante que están observando en sus investigaciones: “Algunas comunidades forestales que se han quemado los últimos años ya no se están recuperando”. ¿Las razones? “Por un lado, está la severidad del propio fuego, que puede limitar la capacidad de recuperación del bosque. Pero, por otro lado, muchos de estos bosques se establecieron en el pasado cuando las condiciones climáticas eran más óptimas, pero con el cambio climático ahora se encuentran con un clima que no les es tan propicio y esto limita su capacidad de recuperación”. “Esto nos indica que los incendios también están acelerando los cambios en el paisaje, favoreciendo la sucesión hacia comunidades vegetales adaptadas a ambientes más áridos”, concluye. 

“Hay una tendencia a que algunas comunidades forestales que se han quemado los últimos años ya no se están recuperando porque han cambiado las condiciones climáticas en las que se establecieron”

Este  experto opina que la concienciación y participación de la ciudadanía es clave para ayudar a la sostenibilidad de los bosques. Y pone un ejemplo de lo que él mismo hace como ciudadano: “Desde hace años colaboro en una entidad ecologista de ámbito local y, durante todo este tiempo, hemos sido capaces de participar en proyectos propios de conservación que han mejorado el estado ecológico de nuestro territorio, y también hemos conseguido contribuir en algunas de las políticas públicas en materia medio ambiental de nuestro entorno, hasta aturar algunos proyectos realmente perjudiciales para la naturaleza y los ecosistemas de nuestra región”. 

“Algunas comunidades forestales que se han quemado los últimos años ya no se están recuperando”, señala Gerard Codina. Crédito: Joel Carillet/Getty Images.

Lo dicho, un pequeño Gerald Durrell quien, como él hizo,  resalta la importancia de la divulgación: “Es también responsabilidad de los investigadores hacer un esfuerzo para que sus estudios lleguen al público en general”. De ahí esta entrevista. 

Susana Pérez de Pablos

Crédito foto principal:  Artur Debat/Getty Images.

 

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