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22 marzo 2023

El agua: un recurso natural finito y valioso

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Patricia Fernández de Lis, periodista científica, entrevista a Fernando Valladares, profesor de Investigación del CSIC, donde dirige el grupo de Ecología y Cambio Global en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, sobre uno de los recursos más importantes para la vida del ser humano: el agua.

El agua es un recurso que muchas veces damos por sentado y no cuidamos lo suficiente, ¿no crees?

Sí, estoy de acuerdo contigo y un indicador de lo poco que valoramos el agua es su bajo precio. Es una contradicción que en Europa los países con el agua más barata sean aquellos donde es más valiosa debido a su escasez, como Italia y España. Aunque el bajo precio del agua tiene una dimensión social importante, también contribuye al derroche y a la falta de apreciación del recurso. No necesariamente subiendo el precio del agua se solucionarán todos los problemas asociados con ella, pero hay aspectos como los regadíos y la calidad del agua utilizada para diferentes actividades que podrían mejorarse para tener una relación más responsable con este recurso finito y valioso.

La escasez de agua amenaza el hogar de 1 de cada 3 personas en el mundo y está asociada al cambio climático. ¿Qué problemas puede acarrear esta situación?

Los números a nivel global son alarmantes. 1 de cada 3 personas sufre limitaciones serias en cuanto al acceso al agua y si hablamos de agua sanitaria y bien regulada, las estadísticas son aún más preocupantes. El cambio climático, los cambios en el uso del suelo y el aumento en la demanda de agua para la agricultura y la minería están haciendo que el agua sea aún más limitante para las poblaciones humanas en muchas zonas. De hecho, el agua ya está generando conflictos bélicos en lugares como Oriente Próximo y Medio, Jordania, Líbano e Israel. También hay problemas con el agua en lugares como la cabecera del Nilo y en ciudades como Los Ángeles donde millones de personas dilapidan el agua mientras viven en un desierto. El agua es un recurso valioso pero mal distribuido y su disponibilidad no coincide con la distribución de las poblaciones humanas. El cambio climático solo va a empeorar esta situación.

BBVA-OpenMind-Como afrontar las catastrofes naturales causadas por el cambio climatico 2-Los fenómenos meteorológicos como la sequía severa o las temperaturas extremas tienen consecuencias más dramáticas en países en desarrollo que carecen de infraestructuras y tecnología necesarias para paliar sus efectos. Imagen: pxfuel
Los fenómenos meteorológicos como la sequía severa o las temperaturas extremas tienen consecuencias más dramáticas en países en desarrollo que carecen de infraestructuras y tecnología necesarias para paliar sus efectos. Imagen: pxfuel

Con lo fácil que sería situarse cerca de un recurso tan importante como el agua, ¿por qué no lo hacemos?

Es un tema de escala. En el pasado, cuando los asentamientos humanos eran pequeños, estaban bien distribuidos en relación a la disponibilidad de agua. Sin embargo, a medida que las ciudades y los conglomerados urbanos han crecido, nos hemos alejado de esta disponibilidad. Con nuestro tecno-optimismo característico hemos pensado que podríamos traer agua de otros lugares mediante trasvases y acueductos. Pero esto nos ha llevado a una desconexión con la limitación del agua y a situaciones como la sequía de deltas.

La mitad de nuestra especie se mueve debido al cambio climático y en buena medida por sus efectos en zonas áridas con poca disponibilidad de agua. Esto afecta las cosechas y provoca movimientos migratorios en lugares como el Sahel o Centroamérica.

Por no organizarnos adecuadamente y por tener un uso poco racional del agua estamos empezando a vivir tensiones de salud, conflictos bélicos y grandes problemas globales. Todavía hay suficiente agua dulce para todos nosotros e incluso más personas, pero no si seguimos consumiéndola y distribuyéndonos respecto al agua de la forma en que lo hacemos actualmente.

¿Tiene solución este problema tan complejo y que tiene factores económicos y políticos detrás? ¿Es reversible la situación a la que hemos llevado al agua?

Todo tiene solución, aunque puede ser una solución que no nos guste a todos. Sin embargo, no todo es reversible. Por ejemplo, el agua del subsuelo se está vaciando a velocidades alarmantes y esto tiene consecuencias irreversibles. La ciudad de México se hunde varios metros cada año debido a la compresión de las arcillas y esto no se recupera aunque se rellene con agua. En India, al pie del Himalaya, están aumentando los seísmos porque no hay agua subterránea que los amortigüe.

El agua del subsuelo tarda mucho tiempo en reponerse y la estamos usando con mucha rapidez. En lugares como los Emiratos Árabes y otros países ricos en petróleo se ha consumido incluso el agua fósil más profunda en el suelo. Este agua debe permanecer bastante más tiempo en el suelo para recargarse adecuadamente.

En cuanto a las soluciones, hay varias medidas que se pueden tomar para reducir el consumo de agua y mejorar su distribución. En el ámbito doméstico, se pueden implementar dispositivos ahorradores de agua, aprovechar las aguas pluviales, reparar fugas y concientizar sobre los hábitos de consumo. A nivel industrial y agrícola, se pueden utilizar tecnologías más eficientes en el uso del agua y adoptar prácticas sostenibles.

Cambiar a cultivos con menor huella hídrica no implica un ahorro de agua en el medio ambiente. Crédito: Steve Harvey
Cambiar a cultivos con menor huella hídrica no implica un ahorro de agua en el medio ambiente. Crédito: Steve Harvey

También es importante mejorar la gestión del agua mediante políticas y regulaciones efectivas. Esto incluye la creación de cuencas hidrográficas y la cooperación entre países para el manejo compartido de recursos hídricos transfronterizos.

Sin embargo, estas soluciones requieren cambios significativos en nuestros sistemas y patrones de consumo actuales. Algunos procesos pueden ser irreversibles, pero podemos limitar el impacto y evitar que la situación empeore mediante medidas preventivas y correctivas.

 ¿Hasta cuándo podremos seguir utilizando la tecnología para explotar el agua que ya no se repone?

La tecnología nos permite aumentar la eficiencia en el uso del agua y extraerla de lugares más recónditos. Sin embargo, hay un límite. Ya estamos tocando fondo y la mejora por la vía de la tecnología es muy pequeña.

La solución pasa por un uso más racional del agua. Podemos clasificar distintos tipos de agua y utilizarla de manera más eficiente. El uso racional del agua es lo que más promesas y futuro nos puede permitir.

No es tanto una cuestión tecnológica como de hábitos y conciencia. El ciclo del agua es limitado y debemos acelerar su reposición y depuración para mantener su disponibilidad en buenas condiciones.

¿Qué podemos hacer en nuestro día a día para mejorar la situación del agua?

Es importante incorporar el concepto de huella hídrica, el coste en términos de agua, en nuestras decisiones. Por ejemplo, al elegir alimentos en un restaurante sería útil conocer su huella hídrica y poder elegir opciones con menor impacto. 

También podemos buscar equilibrios en nuestro consumo. Si nos damos un homenaje con un filete, podemos compensar en las siguientes semanas con alimentos que tengan una menor huella hídrica.

Con estas acciones individuales nos empoderamos y nos dotamos de derechos para exigir cambios a nivel colectivo. Si todos hacemos nuestra parte, podemos lograr un impacto significativo.

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