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13 diciembre 2019

Top 10: Así fue la ciencia en 2019

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Como cada año, repasamos aquí los principales avances científicos que nos han traído los últimos doce meses de ciencia.

  1. La primera foto de un agujero negro

Los científicos han obtenido la primera imagen de un agujero negro, en el centro de la galaxia M87. Crédito: Event Horizon Telescope Collaboration

Culminando diez años de un trabajo minucioso y complejo en el que han participado cientos de investigadores, en 2019 hemos asistido a un logro histórico y largamente esperado: la primera imagen real de un agujero negro.

Por fin el pasado 10 de abril se publicaban los primeros resultados del Event Horizon Telescope, una red de telescopios terrestres que convertía nuestro planeta en un gran ojo para ofrecernos la que ha sido sin duda la imagen científica del año. Los 347 investigadores participantes, manejando inmensos volúmenes de datos, tuvieron que desarrollar nuevos algoritmos para obtener la primera foto en baja resolución del agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia gigante M87, un coloso de 6.500 millones de masas solares situado a 55 millones de años luz. El equipo del EHT, que se ha hecho merecedor este año del Premio Breakthrough, continúa trabajando y ampliando su red para aumentar la calidad de sus imágenes.

  1. El cambio climático es ya emergencia climática

Greta Thunberg, en el exterior del parlamento sueco. Crédito: Anders Hellberg

Aunque las alarmas sobre el cambio climático llevan ya décadas encendidas y esta realidad científica ha logrado calar en la opinión pública desde hace años, nunca el foco de la actualidad ha estado tan centrado en este problema como en 2019. En septiembre, la cumbre del clima de Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, venía acompañada de un informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) sobre el estado de los océanos y la criosfera que una vez más nos mostraba la insostenible situación de nuestro planeta. El 28 de noviembre, el Parlamento Europeo aprobaba la declaración de emergencia climática, al mismo tiempo que en Nature un grupo de científicos alertaba de que podríamos estar ya en un punto sin retorno del deterioro del clima. Pese a todo ello, la COP25 de Madrid vino precedida por la noticia de que 2019 ha batido un nuevo récord en emisiones de gases de efecto invernadero y de que, con los actuales compromisos, no se alcanzarán los objetivos de limitación del aumento de temperatura fijados en 2015 por el Acuerdo de París.

Aunque las previsiones no son halagüeñas, la voz de alerta es hoy más potente que nunca, y buena parte de ello se debe a quien se ha convertido ya en la mayor influencer medioambiental de nuestro tiempo, la joven sueca Greta Thunberg.

  1. El programa Artemisa, un gran paso para la mujer

Prototipo del traje espacial que usará la primera mujer que viajará a la Luna. Crédito: NASA/Joel Kowsky

Este año hemos conmemorado el medio siglo transcurrido desde que el hombre pisó la Luna por primera vez, con la misión Apolo 11 y el célebre pequeño paso para el hombre, pero gran salto para la humanidad, del astronauta Neil Armstrong. Este año de celebraciones era el idóneo para arropar el anuncio del regreso a la Luna en la próxima década.

En mayo, la NASA publicó los detalles de su nuevo programa Artemisa, que pretende llevar de nuevo al ser humano a nuestro satélite en 2024. Pero en este caso, con una aplaudida novedad: Artemisa, apropiadamente nombrado en honor de la hermana de Apolo, diosa de la Luna en la mitología griega, llevará a la primera mujer a la superficie lunar. El primer paseo espacial cien por cien femenino en la Estación Espacial Internacional, llevado a cabo el 18 de octubre por las astronautas Christina Koch y Jessica Meir, fue otra señal de que por fin la igualdad está llegando también al espacio.

  1. Arrokoth, el objeto más lejano visitado por una sonda

Ultima Thule es un objeto transneptuniano, situado a 6.600 millones de kilómetros. Crédito: NASA/Johns Hopkins

2019 nacía con un nuevo récord en la exploración espacial. El 1 de enero, mientras la humanidad aún celebraba el nuevo año, la sonda New Horizons de la NASA sobrevolaba el cuerpo celeste más distante jamás visitado por un artefacto humano. Este objeto transneptuniano, situado a 6.600 millones de kilómetros y que ofrecía a la vista el curioso aspecto de un muñeco de nieve espacial, cambió su nombre provisional de 2014 MU69 por el de Ultima Thule, en referencia a la denominación que las fuentes griegas y romanas asignaban a la frontera más septentrional del mundo. En mayo se publicaban los resultados en la revista Science. Sin embargo, el nombre elegido creó polémica por sus connotaciones, ya que era así como la mitología del ocultismo nazi denominaba a la cuna de la presunta raza aria. En noviembre, y a propuesta de la NASA, se zanjó el debate rebautizando el objeto como Arrokoth, un término de los nativos Powhatan de Norteamérica que designa el cielo.

  1. ¿Una nueva especie humana?

Tercer hueso metatarsiano de Homo luzonensis. Crédito: Luzonensis

En las últimas décadas, aquel viejo gráfico de la evolución humana representada como una fila de homininos cada vez más sofisticados, hasta llegar a nosotros, ha quedado pulverizado por las pruebas de lo que ha demostrado ser un dibujo mucho más complejo. Tanto que los científicos aún ni siquiera se han puesto de acuerdo en el número de especies humanas que conocemos hoy. La última de ellas aparecía en las páginas de ciencia en abril, cuando un equipo internacional de investigadores describía en Nature el hallazgo del Homo luzonensis, un humano que vivió en la isla de Luzón (Filipinas) hace al menos 50.000 años y que presenta una mezcla de rasgos modernos y primitivos.

El hallazgo ha sido controvertido: ciertos paleoantropólogos cuestionaron que los restos desenterrados, que no incluyen ningún fragmento de cráneo, basten para asegurar la acuñación de una nueva especie humana, sugiriendo que los fósiles encontrados podrían corresponder a una adaptación local de otro tipo de Homo ya conocido. En cualquier caso, la historia sirve para ilustrar lo lejos que aún estamos de obtener una imagen clara y completa de la intrincada odisea de la evolución humana.

  1. El segundo visitante de las estrellas

Vista del Hubble del cometa interestelar 2I / Borisov. Crédito: NASA / ESA / D. Jewitt (UCLA)

En 2017 supimos de ‘Oumuamua, el primer objeto descubierto en el Sistema Solar que resultaba ser un visitante de origen interestelar en nuestro vecindario cósmico. Este año hemos conocido el segundo cuerpo de procedencia exterior al Sistema Solar de cuya visita tenemos constancia. A diferencia de ‘Oumuamua, 2I/Borisov es claramente un cometa, y sus observaciones han servido una vez más para darnos cuenta de la insignificancia de nuestro planeta azul; toda la extensión del cometa, incluyendo la coma, es 14 veces más grande que la Tierra. El hallazgo, realizado el 30 de agosto, tuvo una peculiaridad rara en estos tiempos, y es que fue obra del astrónomo amateur crimeo Gennadiy Borisov gracias a un telescopio construido por él mismo. El 8 de diciembre, 2I/Borisov alcanzó su máxima cercanía al Sol, el doble de la distancia de nuestro planeta, mientras que su mayor acercamiento a la Tierra se producirá el 28 de diciembre, a unos 290 millones de kilómetros.

  1. La supremacía cuántica ya está aquí, o casi

Interior de una ordenador cuántico. Crédito: IBM

Uno de los triunfos de la tecnología de este año, está también uno de los grandes avances de la ciencia.

Aunque ha alcanzado bastante popularidad el concepto de la singularidad tecnológica (el momento en que la Inteligencia Artificial escapará al control humano y se emancipará de nosotros), ha sido en 2019 cuando muchos oían hablar por primera vez de algo llamado supremacía cuántica, el momento en que la computación cuántica logrará resolver problemas inasequibles para los computadores clásicos. El término saltaba a los titulares el pasado 23 de octubre, cuando investigadores de Google publicaban en Nature la consecución de este logro. Según los autores, su procesador cuántico completó en 200 segundos una tarea que llevaría 10.000 años para el Summit de IBM, el supercomputador actual más potente.

Aunque investigadores de esta última compañía han asegurado que su máquina podría ejecutar el proceso en bastante menos tiempo, solo 2,5 días, y otros expertos han señalado que aún queda un largo camino por recorrer, el avance ha sido comparado al vuelo pionero de los hermanos Wright.

  1. Un hito más hacia la edición genómica

David Liu, uno de los creadores de CRISPR, publicó una nueva variante más potente y precisa. Crédito: ServiceAT

Acaba de cumplirse un año desde que el científico chino He Jiankui cosechó la repulsa general de la comunidad científica y del público cuando anunció el nacimiento de los dos primeros bebés con sus genomas editados, que el investigador había modificado para hacer a las dos niñas resistentes al virus del SIDA. Un año después, ni las investigaciones de He se han publicado formalmente, ni el paradero y el futuro del científico se han esclarecido. Este diciembre, MIT Technology Review ha tenido acceso al trabajo de He, revelando que la edición del ADN de Lulu y Nana no consiguió reproducir la mutación natural que trataba de imitar, y que en cambio puede haber introducido otros cambios potencialmente peligrosos en el genoma de las niñas. El problema radica en las limitaciones del sistema CRISPR, la herramienta de edición genómica en la que tantas esperanzas están depositadas de cara a la lucha contra numerosas enfermedades, pero que aún debe perfeccionarse. Por fortuna, ya se está recorriendo este camino: en octubre el investigador David Liu, uno de los creadores de CRISPR, publicó una nueva variante llamada Prime Editing, más potente y precisa que la original, y que según el científico podría corregir el 89% de las más de 75.000 alteraciones genéticas causantes de enfermedades.

  1. Agua en un planeta en zona habitable

Representación artística del planeta K2-18b. Crédito: ESA / Hubble, M. Kornmesser

El descubrimiento de exoplanetas es hoy una de las áreas científicas que con más frecuencia atraen el interés de los medios y del público en general. Y aunque ya son más de 4.000 los planetas extrasolares confirmados, incluyendo una enorme diversidad de tamaños y condiciones distintas, aún es mucho lo que falta por descubrir; de hecho, aún no se ha hallado el esperado gemelo de la Tierra, un planeta similar al nuestro que sería el mejor candidato para albergar vida alienígena, quizá inteligente. En 2019 se ha superado un nuevo hito al detectarse agua por primera vez en un exoplaneta en la zona habitable de su estrella. Dos equipos independientes encontraron la firma de esta molécula tan esencial para la vida en la atmósfera de K2-18b, un planeta descubierto en 2015 por el telescopio espacial Kepler y que orbita una estrella enana roja a 111 años luz de nosotros. Aunque distintos expertos han cuestionado que K2-18b realmente posea condiciones compatibles con la vida, el hallazgo ha anticipado lo que en un futuro próximo será tarea más sencilla gracias a los nuevos telescopios actualmente en construcción.

  1. La nave más rápida de la historia, más cerca que nunca del Sol

Pese a lo familiar que nos resulta su presencia en el cielo, y a que nada arroja luz sobre las tinieblas como él, en realidad son muchos los secretos del Sol que aún están envueltos en la oscuridad. Este año se han publicado los primeros resultados de la Parker Solar Probe, la misión más ambiciosa jamás lanzada para profundizar en el conocimiento de los procesos solares. Los datos, publicados en diciembre en Nature, han sorprendido a los científicos. Entre estos hallazgos, se ha demostrado que el Sol vaporiza el polvo espacial en sus proximidades, creando a su alrededor una zona libre de estas partículas. Por otra parte, las líneas magnéticas del astro no siempre irradian hacia el exterior como se creía, sino que en ocasiones giran hacia el interior en rápidos movimientos de látigo denominados switchbacks. Son dos de las sorpresas reveladas por una sonda que ya ha batido los récords de la mayor proximidad al Sol y la velocidad más alta alcanzada por un artefacto humano, dos marcas que el propio aparato continuará rompiendo en los próximos años.

Javier Yanes

@yanes68

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