Tecnologías emergentes como blockchain pueden resultar claves para impulsar el desarrollo social a gran escala, especialmente en un mundo post COVID19. Pero, ¿cuáles son los ámbitos en los que su aplicación puede tener un mayor impacto? Este artículo se centra en tres ámbitos de aplicación y los respalda con ejemplos de casos de uso
La Covid-19 se ha cebado precisamente sobre aquellos que ya partían de posiciones socioeconómicas menos privilegiadas. Ante la necesidad de priorizar la respuesta frente la pandemia, son muchos los que opinan que la inversión en desarrollo social podría quedar relegada a un segundo plano, en un momento en el que se hace más necesaria que nunca. En este contexto, ¿pueden las innovaciones tecnológicas ayudar a abordar los asuntos clave a los que se enfrentan estas comunidades e incrementar la escala de las soluciones de una manera efectiva?
Entre las tecnologías que potencian el impacto social, blockchain ha demostrado su especial utilidad en varios ejemplos globales. Sus aplicaciones en campos como el de la gestión de la identidad, servicios públicos y acceso financiero pueden ayudar a potenciar la efectividad, la eficiencia y facilitar el acceso a los mercados y ayudará a generar impacto social a gran escala en la población.
Gestión de la identidad y blockchain
Muchos países no disponen de sistemas de identidad. Y aquellos que disponen de ellos, carecen muchas veces de datos fiables y seguros. A nivel global, se estima que en torno a 1.000 millones de personas carecen de un documento de identificación adecuado, mientras que alrededor de 2.500 millones de personas todavía no son capaces de acceder a servicios básicos como una cuenta bancaria. Microsoft y la Función Rockefeller han lanzado el proyecto ID2020 para ayudar a poner fin a esta situación, utilizando blockchain, biometría y credenciales emitidas por diferentes instituciones para crear una identidad digital para estas personas.
Las soluciones de gestión de identidad basadas en blockchain pueden ser extremadamente útiles en multitud de aplicaciones. El Programa Mundial de Alimentos está utilizando esta tecnología para distribuir ayuda alimentaria entre refugiados sirios en Jordania. De esta manera se asegura de que la ayuda llega al beneficiario adecuado, al tiempo que se evitan facturas infladas, así como la corrupción y el fraude que suele generarse con el uso de vales físicos. Los comercios de los campamentos en los que los refugiados compran comida están provistos de escáneres biométricos que comprueban la identidad de los clientes y deducen los importes correspondientes de sus cuentas. Los datos de cada transacción se incorporan a un registro basado en blockchain. El Programa Mundial de Alimentos recibe, de cada tienda, un registro semanal, que cruza con sus datos para así proceder a efectuar las transferencias dinerarias oportunas. De igual manera, la canadiense Hypergive utiliza una cartera de comida basada en blockchain para evitar que surjan mercados negros. La solución lleva a cabo un seguimiento de transacciones en tiempo real y garantiza que las compras sólo puedan ser realizadas por la persona identificada en la tarjeta. Al igual que en situaciones que afectan a refugiados y personas en situación de pobreza, Blockchain también puede utilizarse en aplicaciones de gestión de identidad en ámbitos escolares y hospitalarios.
IXO, la empresa que ha desarrollado el primer protocolo de medición de impacto blockchain, ha lanzado Amply, una aplicación de gestión de identidad basada en blockchain que permite registrar y controlar la asistencia a centros educativos en Sudáfrica. La empresa distribuye ayudas estatales entre los centros escolares sólo cuando estos superan determinados umbrales de matriculación de estudiantes, minimizando así las posibilidades de fraude en las peticiones de ayudas. Fatcom ha creado un registro de datos basado en blockchain para construir perfiles médicos de pacientes y compartir esta información de manera segura entre centros de asistencia médica. Una solución especialmente útil en países que carecen de sistemas para registrar historiales médicos.
En todos estos ejemplos, estos sistemas de gestión de identidad basados en blockchain han permitido reducir los casos de fraude y uso indebido, garantizando al mismo tiempo la seguridad y la inmutabilidad de los registros. De esta manera, gracias al incremento en la efectividad en las intervenciones se ha generar un mayor impacto social.
Servicios públicos y blockchain
Incrementar la eficiencia en las prestaciones es el objetivo primordial de los desarrollos blockchain en el campo de los servicios públicos. Kenya ha introducido un bono basado en blockchain con el objeto de movilizar microahorros para ofrecer financiación al gobierno, permitiendo a muchos ahorradores convertirse en inversores por primera vez en deuda pública. HACERA y el Banco Mundial han lanzado una plataforma blockchain para permitir a los responsables sanitarios acceder a información a escala, como herramienta para controlar de manera eficiente el Covid 19. Combinando datos obtenidos de distintas fuentes, esta solución es capaz de reconciliar e identificar errores para garantizar la validez. La Cruz Azul de Asia Oriental utiliza blockchain para acelerar la tramitación de las reclamaciones de seguros de salud.
En Ghana, donde un 78% de las propiedades inmuebles carecen de escrituras y registros, Bitland está ayudando a resolver disputas territoriales utilizando un registro digital distribuido para escriturar parcelas. KfW está llevando a cabo una prueba con el Ministerio de Finanzas de Burkina Faso para utilizar blockchain en sus procesos de licitación, diseño de contrato y pagos para mejorar la gestión de los recursos públicos. La Fundación Akshaya Patra de la india ha llevado a cabo una prueba piloto de un proyecto blockchain con Accenture para racionalizar su cadena de suministro. La fundación se encarga de ofrecer comidas preparadas en escuelas gubernamentales.
Acceso financiero y blockchain
En cuanto a acceso financiero, la española EthicHub utiliza contratos inteligentes soportados por blockchain para crear una plataforma de micromecenazgo para agricultores donde estos pueden invertir sus ahorros y acceder a créditos accesibles. WeTrust en EEUU utiliza blockchain en su plataforma financiera colaborativa de ahorro, crédito y seguros alternativos para fomentar la inclusión financiera garantizando que los usuarios tengan acceso a más capital Socialsuite, un suministrador de soluciones de impacto social, se ha asociado con IXO para llevar a cabo la primera prueba piloto en Australia de una plataforma de contratos inteligentes habilitada por blockchain para movilizar financiación a partir de la verificación del impacto social. La surcoreana Pan-Impact Korea ha lanzado Smart SIB, el primer bono de impacto social (o SIB, por sus siglas en inglés) basado en blockchain. Tradicionalmente los bonos de impacto social se formalizan mediante contratos privados de crédito, a diferencia de los bonos tradicionales que permiten una operativa de comercialización y compraventa mucho más sencilla. La falta de titulización los convierte en activos de riesgo y dificulta su adopción a mayor escala. Smart SIB ha utilizado blockchain para crear esta titulización, facilitando una plataforma que permite a los inversores transferir, comprar y vender títulos, ver cuentas, comprobar ingresos y comprobar identidades de una manera segura, superando así las limitaciones de escala de los bonos de impacto social.
Conclusión
En conclusión, estamos asistiendo a la aparición de aplicaciones de blockchain que generan un impacto social positivo mediante mejoras en la eficiencia, la eficacia y la facilitación de acceso a mercados. Pero sobre todo, nos ayuda a hacerlo de manera fácilmente replicable y escalable, un aspecto fundamental puesto que todavía hay miles de millones de personas que necesitan desarrollo social. La implantación a mayor escala de las aplicaciones blockchain es una manera de garantizar que las innovaciones mejoran el mayor número posible de vidas. ¿Y no es este el fin al que, en última instancia, debería aspirar la tecnología?
Jae-Hoon Kwak,
CEO, Pan-Impact Korea
y
Sourajit Aiyer, Consultor,
South Asia Fast Track Sustainability Communications
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