Elaborado por Materia para OpenMind Recomendado por Materia
4
Inicio En busca del fin de la guerra energética
27 enero 2023

En busca del fin de la guerra energética

Tiempo estimado de lectura Tiempo 4 de lectura

Si la energía se ha convertido en un tema de pasión, indignación y por tanto conversación —como la geopolítica desde la guerra—, este año vuelven los temas clásicos, como el santo grial de una batería más barata, más limpia, más capaz. Pero también estas pueden ser otras energéticas materias de debate.

Vuelve la geopolítica: el nuevo ‘trilema’ europeo

Es como la nueva versión de la cuadratura del círculo, la urgencia de conciliar desarrollo sostenible con desarrollo económico —a la postre, el que paga la transición y financia el I+D necesario— y al mismo tiempo garantizar un suministro energético fiable y de calidad a un consumidor del tamaño de Europa. 

“Si nos decantamos hacia uno de los tres factores, corremos el riesgo de descuidar los otros dos y perder la batalla de la sostenibilidad. No nos podemos conformar con un suministro seguro y relativamente barato pero medioambientalmente sucio, y tampoco con un suministro limpio a costa de descuidar la seguridad y/o los costes”, explica Mariano Marzo, catedrático emérito de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Barcelona. 

La creciente competencia entre bloques —EE UU, China y la UE, sobre todo— por el negocio global de las renovables puede ralentizar su expansión. Crédito: Hauke-Christian Dittrich/picture alliance via Getty Images
La creciente competencia entre bloques —EE UU, China y la UE, sobre todo— por el negocio global de las renovables puede ralentizar su expansión. Crédito: Hauke-Christian Dittrich/picture alliance via Getty Images

Según los analistas de BloombergNEF, los factores del ‘trilema’ basculan y durante 2023, bajo la sombra de una guerra prolongada, primará el suministro: “Vivimos en un mundo donde la energía limpia es la opción asequible y la seguridad energética tiene un precio más alto”. La compañía sopesa los pros y contras en ese equilibrio precario. Entre los primeros, el previsible crecimiento global de la generación de energía limpia hasta un 18% este año, su reducción de costes y el avance de políticas favorables como la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense, que califica como “el acontecimiento de mayor trascendencia en la transición energética mundial del año pasado”.   

Entre los contras, la tensión geopolítica. Precisamente la creciente competencia entre bloques —EE UU, China y la UE, sobre todo— por el negocio global de las renovables puede ralentizar su expansión. No solo buscan el beneficio económico, sino esa seguridad de suministro como nuevo factor dominante.

La fusión nuclear, un hito entre comillas

 “La fusión está a solo 20 años, y siempre lo estará”, solían bromear algunos escépticos sobre esta eterna promesa de generación limpia e inagotable. A finales de 2022, una noticia parecía cuestionar ese sarcasmo: por primera vez una reacción de fusión —fundir en uno dos núcleos de átomos— había generado más energía que la consumida para lograrlo. Acaparó titulares, seguramente ayudada por una opinión pública ávida de buenas nuevas entre tantas negativas.

BBVA-OpenMind-Izquierdo-luces y sombras debates energeticos 2023_2 Uno de los mayores retos tecnológicos para la ciencia humana es estabilizar la fusión nuclear para su producción industrial. Crédito: NICOLAS TUCAT/AFP via Getty Images
Uno de los mayores retos tecnológicos para la ciencia humana es estabilizar la fusión nuclear para su producción industrial. Crédito: NICOLAS TUCAT/AFP via Getty Images

Parece que tuvieron menos eco las posteriores llamadas a la prudencia. El hito es hito, sí, pero con matices importantes, como recuerdan Enrique Nácher y José Luis Taín, investigadores del CSIC en el Instituto de Física Corpuscular en Valencia. Efectivamente, el Laboratorio Nacional de Livermore (EE UU) logró duplicar la cantidad generada respecto a experimentos similares, pero el balance deja de ser positivo al introducir en la fórmula la energía consumida durante la preparación del experimento. Dicho de una forma esquemática, consiste en disparar partículas mediante un haz láser, pero mantener operativos sus 192 rayos consumió “aproximadamente 100 veces más energía que la producida durante la fusión”, recuerdan los investigadores. Según Nature, esa cuenta es bastante mejorable: fueron necesarios 322 megajulios para cosechar 3,15 durante unos nanosegundos.

Estamos ante un avance cuantitativo camino de ser cualitativo, la demostración de que ninguna ley física impide una fusión viable, como señala el departamento de Ingeniería Energética de la UNED. Pero esto no conmueve a uno de los mayores retos tecnológicos para la ciencia humana: estabilizar para su producción industrial —la ingeniería no escala de forma lineal y una máquina 10 veces más grande puede ser 100 veces más compleja, apunta la UNED— y además sostener sus épicas inversiones a largo plazo, mientras surgen, tal vez, alternativas más sencillas y baratas.

Alternativas más sencillas y baratas

La energía geotérmica también figura en la lista de grandes promesas, pero en un sentido muy diferente a la fusión porque es un sector realista —unas 600 plantas operativas o en construcción desde Múnich o París a Italia o Turquía, según la Asociación Geotérmica Internacional—, con una tecnología madura que, mediante la fuerza bruta de las brocas, alcanza el calor terrestre para producir vapor y mover turbinas eléctricas. 

¿Qué hito de 2022 promete titulares en 2023? Pasar de la fricción a la más sutil técnica de evaporar el subsuelo. Lo ha logrado la compañía Quaise, vinculada al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), mediante un girotrón mejorado que dispara microondas para, literalmente, pulverizar una roca más dura cuanto más profunda. De pronto emerge un sector: la geotermia que promete lo hasta ahora imposible, pozos de incluso 20 kilómetros hacia una fuente de calor inagotable. 

La geotermia promete lo hasta ahora imposible, pozos de incluso 20 kilómetros hacia una fuente de calor inagotable. Crédito: Frank Rumpenhorst/picture alliance via Getty Images

No dependería de encontrar enclaves, escasos, de calor superficial como las zonas volcánicas. “Si llegamos a unos 16 Kilómetros, podemos encontrar temperaturas económicas en cualquier parte”, decía en una charla TEDX uno de los cofundadores de Quaise. Sería ubicua y equitativa al perforar junto a industrias y poblaciones. Podría aprovechar tecnologías y personal de otros sectores perforantes, gas y petróleo sobre todo, y adaptarse a plantas de generación eléctrica convencionales sin grandes inversiones en infraestructura. Y promete a corto plazo, 2026, una planta piloto. 

¿Sus puntos flacos? Que por mucho MIT que esté detrás, no deja de limitarse a casi una sola tentativa y de momento, según algunos expertos, ni siquiera Quaise sabe a ciencia cierta cómo se comporta un girotrón a 20.000 metros bajo los pies. 

El clavo ardiendo del autoconsumo

Frente a un escenario que amenaza con tarifas eléctricas disparadas y prolongadas, también repunta el recurso al autoconsumo en empresas y domicilios. Según datos del sector recabados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la potencia instalada en España podría superar las expectativas y duplicarse de aquí a 2030. Que la industria fotovoltaica calcule su déficit de instaladores nada menos que en 50.000, también retrata el bum. 

Según datos del sector r- BBVA-OpenMind-Izquierdo-luces y sombras debates energeticos 2023_4cabados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la potencia instalada en España podría duplicarse de aquí a 2030. Crédito: Sina Schuldt/picture alliance via Getty Images debate energético en 2023
Según datos del sector recabados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la potencia instalada en España podría duplicarse de aquí a 2030. Crédito: Sina Schuldt/picture alliance via Getty Images

Ahora bien, como suele ocurrir en despegues semejantes, también puede cundir cierto descontrol. En este sentido, Santiago García, director técnico de Renovetec, firma de servicios de ingeniería energética, facilita una información a menudo ignota para los consumidores finales: que las fábricas de placas las clasifican en tres grados de calidad. A, perfectas, sin anomalías. B, aproximadamente un 30% más baratas por defectos que no afectan su capacidad de generación. Y C, vendidas con descuentos de hasta el 80% por problemas —microgrietas en las celdas, por ejemplo— que sí afectan su producción y al empeorar con el tiempo merman su vida útil. 

Según García, en su ámbito profesional detectan proyectos domésticos que han dado el gato de la C por la liebre de la A, y para evitarlo recomienda varias medidas. Primeras marcas de paneles fotovoltaicos, para empezar, además de revisar las comparativas entre ellas. Y exigir a la comercializadora o a la empresa instaladora la filiación de su material, desde la revisión de las etiquetas de fábrica a realizar la prueba del algodón fotovoltaico: una medición de la curva IV (intensidad y voltaje) que garantiza un funcionamiento correcto, acorde con su letra.    

Juan Pablo Zurdo

 

Comentarios sobre esta publicación

El nombre no debe estar vacío
Escribe un comentario aquí…* (Máximo de 500 palabras)
El comentario no puede estar vacío
*Tu comentario será revisado antes de ser publicado
La comprobación captcha debe estar aprobada