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31 marzo 2023

Picasso, la naturaleza y viceversa

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Durante casi 70 años, Picasso (25 de octubre de 1881-8 de abril de 1973) produjo más de 50.000 obras, entre pinturas, dibujos, grabados, esculturas, cerámicas y litografías, en diferentes estilos que iban desde el realismo hasta el cubismo e incluso el surrealismo, el impresionismo y el expresionismo. En estas obras, además de muchas figuras humanas, aparecen diversos animales y, en menor medida, plantas.

En este análisis se examinan dos aspectos de la obra de Picasso en relación con estos organismos. En primer lugar, se analizan los animales y las plantas que aparecen en su obra y la manera en que se representan. En segundo lugar, se explora cómo se ha utilizado su obra para nombrar y estudiar algunas especies y variantes “espectaculares” de los seres vivos que existen en la naturaleza.

LA NATURALEZA EN LA OBRA DE PICASSO

Picasso fue un gran amante de los animales, y tuvo palomas, peces, loros, perros, gatos e incluso cabras. Observó cuidadosamente a muchos de ellos para captar sus formas y las peculiaridades de sus movimientos, que después intentó reflejar en sus obras. Además, disfrutaba de espectáculos como el circo y los toros, donde también se fijaba mucho en los animales que participaban. Por supuesto, también tuvo en cuenta los animales que habían sido pintados anteriormente, desde los de las pinturas rupestres hasta los de Velázquez o Goya, por ejemplo.

BBVA-OpenMind-Lump-Picasso

Además, Picasso tuvo conocimiento directo de los animales de la naturaleza a través de las descripciones del naturalista famoso, el Conde de Buffon. En el siglo XVIII, este gran científico intentó reunir toda la información existente sobre los seres vivos y los minerales en su obra Historia Natural, que constó de 44 tomos, algunos de los cuales se publicaron después de su muerte. En 1936, el editor y marchante de Picasso, Ambroise Volland, quien conocía la pasión de Picasso por los animales, le sugirió ilustrar con dibujos un texto que recopilaba una antología de las descripciones de Buffon. Para ello, Picasso realizó más de 50 ilustraciones en 1943. Este texto, conocido como el Bestiario de Picasso-Buffon, fue un regalo que el gran pintor hizo a su amante de entonces, Dora Maar.

En los dibujos que realizó para ilustrar dicho texto, Picasso plasmó su visión de los animales de forma más o menos realista, desde insectos como mariposas, libélulas, abejas y avispas, hasta arácnidos y crustáceos como langostas y bogavantes, y otros animales como peces, gallos, buitres, ranas, lobos, ciervos, toros, caballos y monos. Asimismo, en otras de sus obras, aparecen animales muy realistas, como palomas, toros, caballos, burros y la pintura de su hijo Paul sobre un equino, por ejemplo.

Pablo el Hijo del artista en Un burro Pablo Picasso

Pero quizás lo que hace que Picasso sea más conocido es que en muchas de sus obras aparecen animales más o menos simplificados, o todo lo contrario, dislocados o distorsionados. En el primer caso, tenemos los dibujos “esquemáticos” de palomas, toros y el perro de sus Meninas, por ejemplo. Y en el segundo caso, los caballos y toros incluidos en, por ejemplo, el Guernica. Asimismo, nuestro gran artista también pintó o plasmó animales extraños y mitológicos, como los centauros, faunos y minotauros, omnipresentes en la suite Vollard, por ejemplo. Incluso en algunas pinturas con plantas, incluyó pequeños toros con alas revoleteando como abejas alrededor de ellas.

Picasso no prestó tanta atención a las plantas. Aparecen como fondo en sus paisajes y en algunas composiciones florales, solas o alrededor de otras figuras, principalmente mujeres, o en la paloma de la paz. Las formas de estas plantas son convencionales, como palmeras, por ejemplo, o alteradas, y en todo caso, muy coloridas. En sus obras sobre vegetales destaca la serie de pinturas que realizó sobre la planta de tomate que había en el balcón de la casa en París donde vivía al final de la Segunda Guerra Mundial. Aunque en ellas realiza un ejercicio surrealista para representar la planta del tomate, al final, persiste la esencia de la planta.


Planta de tomate

Y PICASSO EN LA NATURALEZA

Después de crear sus obras, en la naturaleza se han encontrado animales o plantas que, por sus características, se han asociado con el nombre de Picasso. Son organismos que, por su forma o colorido espectaculares, se asemejan o pueden recordar a alguna de sus obras. Se han denominado como “Picasso” diversas variedades de plantas, sobre todo ornamentales, como algunas de ciclamen, cana, petunia, cala, crotón, lirio, entre otros. El lirio-iris-Picasso, por destacar alguno, presenta una mezcla de colores extraordinaria: bronces, púrpuras, amarillos, verdes, etc. Aunque no en el tomate, en la patata se ha conseguido, mediante cruces entre distintas variedades, una que se denomina “Picasso”. Es una patata de color amarillento, pero en la que las yemas, ojos, tienen un color rojizo, por lo que presentan un aspecto muy picassiano. 

En el caso de animales se han denominado Picasso diversos animales que van desde insectos a caballos pasando por peces. Así hay un insecto   con una morfología y coloración que merece ser obra de nuestro pintor y que por eso se ha asociado a su nombre. Es una chinche africana perteneciente al género Sphaerocrocoris con una forma ovalada y cuyo caparazón sobre un fondo de color hueso tiene una serie de motivos verdes y rosados espectaculares .Y luego hay una polilla perteneciente al género Baorisa cuya coloración con manchas y líneas de distintos colores es  también muy espectacular por lo que  se ha asociado a Picasso, aunque también a Miró.  Yendo al otro extremo, en el oeste de  EEUU se han encontrado caballos salvajes cuyo pelaje presenta una espectacular mezcla de colores-blancos, negros, rojos-y que por ello se han llamado caballos Picasso.

e han denominado como Picasso diversas variedades de plantas sobre todo ornamentales. Entre ellas figuran algunas  de ciclamen, cana, petunia, cala,  crotón, lirio etc. Por destacar alguno, el lirio-iris-picasso.
Se han denominado como Picasso diversas variedades de plantas sobre todo ornamentales. Entre ellas figuran algunas  el lirio-iris-picasso

En el caso de peces hay dos cuyo nombre se asocia a Picasso. Uno es el llamado pezpayaso Picasso. Se trata de unos peces  con un patrón de manchas rosadas-negras sobre un fondo blanco extendidas por todo su cuerpo. En realidad estos peces son resultado de cruzamientos para obtener este patrón de coloración a partir de ejemplares de la región del  Indopacífico oriental pertenecientes a la especie Amphiprion perculata que no presentan tal distribución de manchas tan espectacular. Estos peces se han hecho muy populares después de las películas de Disney “Buscando a Nemo” o a Dolly.

Y el segundo es un pez de la naturaleza. Se trata de un grupo de especies pertenecientes al género Rhinecanthus que viven en zonas coralinas también  en el IndoPacífico llegando por un lado hasta el Mar Rojo y por otro hasta Hawai. Tienen una morfología muy picassiana-rectangulares muy coloridos con franjas de distintos colores. Estos  peces está sirviendo de material para estudiar muy diversos aspectos de Biología con lo que el nombre de Picasso se encuentra muy presente en distintos campos de la Ciencias Naturales. En concreto se analizan sus procesos de visión y navegación e incluso los sonidos que emiten que son muy peculiares dentro de los peces (1).

El pez ballesta picasso (Rhinecanthus aculeatus) es una especie de peces de la familia Balistidae en el orden de los Tetraodontiformes.
El pez ballesta picasso (Rhinecanthus aculeatus) es una especie de peces de la familia Balistidae en el orden de los Tetraodontiformes. Crédito: Wikimedia

Finalmente mencionaremos que uno de los animales por los que más predilección sintió Picasso, las palomas, le están “recompensando” en otro campo de la Biología. En este sentido son significativos los estudios en los que se utilizan de forma comparativa las obras de Picasso- sobre todo pinturas de estilo cubista- con las de Monet-impresionistas- para tratar de ver si  animales como las palomas son capaces de distinguirlas. Y en esos experimentos se comprueba que las palomas una vez entrenadas viendo obras de uno o de otro, son luego capaces de distinguirlas cuando se les presentan otras obras nuevas. E incluso se ve que las palomas siguen distinguiendo las obras cubistas de Picasso cuando se les presentan de revés, mientas que no sucede lo mismo con Monet.  Estos estudios que se iniciaron en los años 90 (2) se continúan en la actualidad con técnicas que permiten identificar qué partes del cerebro de las aves están involucradas en estos procesos de reconocimiento visual (3). Y en este  campo también existen experimentos que demuestran que niños muy pequeños-menores de un año de edad-prefieren las obras de Picasso a las de Monet (4).

Por lo tanto vemos como Picasso fue capaz de captar la esencia de las formas y colores de la  naturaleza y como a veces su obra se puede reflejar en ella. Esto, entre otros muchos aspectos, puede contribuir a hacerle acreedor a ser uno de los  principales creadores del siglo XX. Y ahora en nuestro siglo  el nombre de Picasso ha llegado incluso a  la naturaleza de las “estrellas”: a un asteroide en el cinturón de estos cuerpos que hay entre Marte y Júpiter se le  ha bautizado con su nombre; y asimismo hay un cráter con una forma muy extraña, con un gran arco en su interior, en el planeta Mercurio que ha recibido recientemente el nombre del gran pintor hispano-francés de cuya muerte se cumplen 50 años.

Manuel Ruiz Rejón 

Referencias

  1. Chenney, K.L. et al. 2022. Seeing Picasso: an investigation into the visual system of the triggerfish Rhineacanthus aculeatus. Exp. Biol. Apr. , 225 (7): jab243907.
  2. Watanabe, S. et al. 1995. Pigeons,s discrimination of paintings by Monet and Picasso. Exp. Animal. Beh. 63: 165-176.
  3. Anderson et al. 2020. Pigeon…neural responses during categorization of Monet and Picasso paintings. Rep. 10:15971.
  4. Cacchione, T. et al. 2011. What is it about Picasso? Infants,s categorical and discriminatory abilities in the visual arts. Psychology of Aesthetics, Creativity and the Arts. 5, 370-378.

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