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04 septiembre 2019

Libra: retos para la sociedad

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En la parte 3 de esta serie sobre Libra (Puedes leer la primera parte aquí: “Qué es y cómo funciona”), exploraremos el tercer filtro que enfrenta cualquier tendencia, producto o idea nueva después de pasar por la prueba de disponibilidad de tecnología y sentido comercial (Lee la segunda parte aquí: “Desafíos tecnológicos y comerciales”). El tercer filtro es la sociedad, que consiste en el gobierno y los clientes, y este es probablemente el filtro más difícil de todos, ya que estamos lidiando con las regulaciones, la confianza y la percepción de Libra. En cualquier caso, no será un viaje fácil para Libra dada el reciente escándalo por mal uso de datos de Facebook y la falta de supervisión y control sobre quién accede y comparte los datos de los usuarios.

Gobierno

Los planes de Facebook ya están en el punto de mira por parte de las autoridades normativas en Washington y Europa, reticentes ante la idea de que Facebook pueda comenzar a inmiscuirse en otra faceta de la vida privada de las personas. Y ganarse la confianza del consumidor después de años de percances relacionados con la privacidad podría ser más difícil de lo previsto por Facebook. El 2 de julio, el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos remitió una carta a Facebook solicitándole que suspendiera oficialmente el proyecto.

En la actualidad, las criptomonedas están respaldadas únicamente por el interés de los usuarios en utilizarlas, no por su valor intrínseco o por que estén respaldadas por ningún gobierno. Por esto, este tipo de divisas son tan inestables. Sin embargo, Libra contará con el respaldo de sus reservas: Cuando un usuario utilice un dólar para comprar la cantidad equivalente de Libra, en teoría, ese dólar pasará a depositarse en algún tipo de reserva, para ser utilizado de nuevo en el momento en el que alguien decida vender Libra. Además, al contrario de lo que sucede con la mayoría de las criptomonedas, Libra promete ser fácil de usar y además estará integrada en Facebook y WhatsApp.

La nueva moneda de Facebook plantea 4 grandes problemas[3].

El primero, y quizás el más sencillo de resolver, es que la organización de un sistema de pagos es una tarea complicada y difícil, que requiere grandes inversiones en sistemas de cumplimiento. Los bancos prestan atención a los detalles, cumpliendo con la normativa legal para prevenir el lavado de dinero, la financiación del terrorismo, la evasión fiscal y la falsificación. Recrear un sistema con tal nivel de complejidad no es una tarea que deba liderar una institución con el historial de privacidad y problemas técnicos de Facebook.[3]

El segundo problema es que, desde la Guerra Civil, Estados Unidos mantiene una prohibición que impide a las entidades bancarias desarrollar actividades comerciales no bancarias. Esta prohibición ha sido refrendada y ampliada en varias ocasiones, como en 1956 con la promulgación de la Ley de Sociedades Bancarias, enmendada en 1970 durante la época del boom de los conglomerados empresariales. En ambas ocasiones, el Congreso ratificó el veto a que los bancos desempeñaran ningún tipo de actividad en sectores no bancarios, directamente o a través de grupos empresariales, porque, los estadounidenses nunca no han visto con buenos ojos la posibilidad de que la banca compita con los que son sus propios clientes. Por sus características, el sector de la banca y los pagos es un segmento de actividad muy particular, dado que los bancos tienen acceso a los secretos comerciales de sus clientes.[3]

Imaginemos que, en el caso de Calibra, subsidiaria de Facebook, con la información de la que dispondría sobre saldos y gastos de sus clientes, decidiera, por ejemplo, desarrollar un algoritmo que ofrecería a los minoristas gracias al cual podrían maximizar el precio de sus productos en función del cliente. Imaginemos ahora que Libra dispusiera de este nivel de visibilidad financiera, no sólo de su enorme base de usuarios particulares, sino también de una infinidad de empresas en todos los ramos de actividad empresarial. Este tipo de conflicto de interés es el motivo por el que en los EEUU el sector bancario y de pagos está separado del resto de la economía.[3]

También existe la posibilidad de que los miembros del cartel de Libra decidieran aprovechar su nivel de acceso a información, a relaciones comerciales o a la tecnología para competir desde una situación de ventaja. Existen muchas maneras en las que las grandes empresas podrían aprovechar el nuevo sistema monetario para disfrutar de ventajas que estarían vetadas a otros competidores, máxime si estas grandes empresas forman parte de la junta de gobierno del sistema de pagos. Por ejemplo, uno de los incentivos propuestos para impulsar la adopción de Libra es ofrecer descuentos en viajes con Uber pagados con la moneda; en este caso, Facebook estaría ofreciendo una ventaja a Uber a la que sus competidores no tendrían acceso.[3]

El tercer problema es que Libra introduciría un riesgo sistémico adicional a nuestra economía. La moneda de Libra está respaldada, presumiblemente, por los bonos y activos financieros que componen la Reserva de Libra. Pero, ¿qué pasaría si se produjera un robo o un acceso no autorizado al sistema? ¿Qué pasaría si todos los usuarios decidieran vender su saldo de Libra al mismo tiempo, forzando a la Reserva Libra a vender sus activos de manera urgente? Si el sistema Libra llega a entrelazarse en el tejido económico mundial hasta el punto en que Facebook espera que lo haga, podría llegar a plantearse la necesidad de efectuar un rescate público para un sistema administrado de forma privada. No debería permitirse la creación de una red privada de pagos internacionales que pudiera imponer la necesidad de un rescate con dinero de los contribuyentes por ser demasiado grande como para dejarla caer.[3]

El cuarto problema es el de la seguridad nacional y la soberanía. Permitir flujos de dinero transfronterizos abiertos es una opción política que es mejor que tomen los gobiernos. Y la apertura no siempre es buena. Por ejemplo, la mayoría de las naciones, especialmente los Estados Unidos, establecen sanciones económicas para prohibir a las personas, países o empresas que utilicen sus sistemas financieros de una manera que sea perjudicial para sus intereses. Las sanciones aplicadas se transmiten a través del sistema bancario: si no puedes operar en dólares, no puedes utilizar dólares. El éxito de una moneda privada limitaría la capacidad disuasoria de las sanciones gubernamentales. Un sistema monetario no permisionado, basado en un consenso entre grandes actores privados a través de protocolos abiertos suena bien, pero no es democracia. Hoy por hoy, en EEUU, los miembros de los organismos reguladores bancarios y del banco central son contratados y despedidos por líderes elegidos públicamente. Los reguladores de los pagos de Libra serían contratados y despedidos por un consejo de corporaciones autoelegido. Aunque para describir este sistema se pueden usar muchos epítetos, democrático no sería uno de ellos.[3]

Facebook está tratando de convencer a los reguladores de EE.UU. de que está listo para combatir la injerencia extranjera en las elecciones presidenciales de 2020 y, al mismo tiempo, lanzar su criptomoneda Libra, una herramienta que podría facilitar precisamente dichas intromisiones. El gigante de las redes sociales dice que aceptará la criptomoneda en cualquier lugar donde ya reciba pagos y, al menos por ahora, no descarta que pudiera utilizarse para comprar anuncios políticos.

Ocho candidatos a la Cámara de los Estados Unidos consiguieron $550,000 en donaciones a través de bitcoin desde 20 estados entre 2014 y 2018, según un informe del Centro para la Integridad Pública.

Los estados tienen diferentes puntos de vista sobre las donaciones políticas en criptomonedas. Algunos como Colorado, Kansas y el Washington D.C. lo permiten, mientras que otros, como California, prohíben esta práctica por abrir la posibilidad a injerencias desde el extranjero.[10]

La Libra Association, una organización sin ánimo de lucro con sede en Suiza, tendrá varios niveles de gobierno, de los cuales el de mayor rango será el consejo, donde cada organización miembro tendrá un representante.

“El consejo delega muchos de sus poderes ejecutivos sobre los órganos ejecutivos de la asociación, pero retiene la autoridad para anular las decisiones delegadas y para la toma de decisiones clave, las más importantes de las cuales requerirán una mayoría cualificada de más de dos tercios”, según otro documento complementario publicado por Facebook . Como se ya hemos visto, la aportación inicial para convertirse en miembro es de al menos 10 millones de dólares. Además, los candidatos deben cumplir al menos uno de una serie de criterios extremadamente restrictivos, como estar aparecer en un listado como el Fortune 500.

Por cada 10 millones de dólares que invierta, cada miembro obtendrá un voto, sujeto a un límite del 1 por ciento del total de votos, en para evitar la concentración de poder en una sola entidad. Sin embargo, la recompensa financiera sigue siendo proporcional a la cantidad invertida, que no está sujeta a límites.

El consejo será responsable de los asuntos normales de gobierno, como el nombramiento del equipo ejecutivo de la asociación, que estará liderado por el consejero delegado, y el consejo de administración que los supervisará; establecer la compensación de la cúpula directiva y la gestión de las reservas subyacentes de la moneda.

Pero este organismo también se reserva la última palabra para cuestiones técnicas, como la activación de nuevas funciones para el protocolo y la resolución de situaciones “donde nodos de validación comprometidos hayan dado lugar a muchas versiones firmadas del blockchain de Libra”, según el documento.

Si bien Calibra, subsidiaria de Facebook de reciente creación, también será miembro del consorcio y dispondrá de un asiento en el consejo, la red social ha asegurado que no se mantendrá al frente por mucho tiempo. “Una vez que se lance la red Libra, Facebook y sus asociadas tendrán los mismos compromisos, privilegios y obligaciones financieras que cualquier otro miembro fundador”, dijo la compañía. “Como cualquier otro de los muchos miembros de la organización, Facebook desempeñará un papel similar al de sus homólogos en el gobierno de la asociación”.

Todavía está pendiente de definir la composición exacta de la cesta de activos sobre los que descansa el valor de Libra. Pero en términos generales, estará “estructurada primando la preservación del capital y de la liquidez”, según el gigante de las redes sociales. Es importante destacar que, aunque los primeros artículos que se han hecho eco de los primeros pasos de la moneda han puesto en valor su estabilidad, Facebook señaló que “desde el punto de vista de cualquier moneda específica, el valor de Libra fluctuará”.

“La composición de la reserva está diseñada para mitigar la probabilidad y la gravedad de estas fluctuaciones, particularmente en la dirección negativa (esto es, incluso en épocas de crisis económica)”. De esta manera, Libra funcionará más como una junta monetaria como la de Hong Kong, que como un banco central. La moneda estará avalada por una cesta de “depósitos bancarios y valores gubernamentales en monedas de bancos centrales estables y de buena reputación”, según Facebook. Estos valores se limitarán a “deuda de gobiernos estables, poco propensos a experimentar niveles de inflación elevados”.

Para garantizar el nivel de liquidez para cubrir sus necesidades de efectivo, todos estos valores serán “a corto plazo emitidos por estos gobiernos y negociados en mercados líquidos”. Aunque la composición de la cesta podrá cambiar a lo largo del tiempo, según Facebook su moneda siempre estará totalmente respaldada, desalentando las “estampidas de clientes” a las que están expuestas las instituciones del sistema bancario de reserva fraccional.[12]

Para cumplir con la normativa vigente contra el blanqueo de capitales, que exige la trazabilidad de los fondos, “al contrario que en muchas otras cadenas de bloques”, las transacciones en el blockchain de Libra no estarán cifradas, “de cara a permitir el análisis de terceros para la detección y penalización del fraude”, asegura Facebook. En otras palabras, parece que no se utilizarán mecanismos criptográficos para ocultar los detalles de las transacciones como las pruebas de conocimiento cero (zero-knowledge proof), que utilizan otras criptodivisas que priorizan la privacidad, como zcash.

Para despejar cualquier duda concerniente a la privacidad (especialmente teniendo en cuenta la propia reputación de Facebook en la gestión de datos de sus usuarios), la compañía ha ofrecido garantías similares a las que proponía Satoshi Nakamoto en el informe técnico de bitcoin que publicó en 2008.[12]

Clientes

Es importante entender que Facebook, en realidad, está lanzando dos criptomonedas: la que más está dando que hablar (Libra) y la que estará disponible solo para Facebook y sus socios corporativos (el token de inversión Libra).

La primera estará respaldada por una canasta de monedas fiduciarias con equivalencia en efectivo, lo que significa que por cada dólar de Libra que exista, habrá (en teoría) un valor equivalente en “dólares” en activos del mundo real, por los que, bajo ciertas condiciones, el canje de la Libra estará garantizado. 

Los usuarios normales por cada 100 dólares que gasten, obtendrán el equivalente a esos 100 dólares en Libra. Y estas Libra (también en teoría) pueden utilizarse en diferentes plataformas o en transferencias con amigos.

Libra Associaton (organización con sede en Suiza sin ánimo de lucro) deposita esos 100 dólares invirtiendo en diferentes instrumentos bajo riesgo a corto plazo, como letras del Tesoro de los Estados Unidos.

Libra Association controla y decide en qué se invierten estos fondos. Según el libro blanco publicado por Facebook, los fondos se utilizarán primero para financiar el funcionamiento de la red, mientras que el excedente se dividirá entre los titulares de los tokens de inversión de Libra según su participación y de acuerdo con las políticas definidas por la asociación. 

La asociación propiamente dicha estará compuesta por los titulares de los token de inversión Libra, para lo cual se les exigirá una inversión mínima de 10 millones de dólares, así como por “grupos de impacto especiales”, seleccionados por la asociación y que dispondrán de derecho de voto sin necesidad de adquirir el token de inversión.

Del libro blanco:

“¿Cómo se invertirá la reserva? Los usuarios de Libra no reciben una rentabilidad de la reserva. La reserva se invertirá en activos de bajo riesgo que generarán intereses a lo largo del tiempo. Los ingresos de este interés se destinarán primero a financiar los gastos operativos de la asociación, esto es, financiar inversiones de crecimiento y desarrollo del ecosistema, subvenciones a organizaciones sin ánimo de lucro y entidades multilaterales, investigación de ingeniería, etc. En el momento en que estas partidas hayan sido cubiertas, el excedente de rentabilidad se empleará para repartir dividendos entre los miembros que hayan invertido en el Token de Inversión de Libra, en proporción a sus aportaciones iniciales. Dado que los activos en la reserva son de bajo riesgo y bajo rendimiento, la rentabilidad para los inversores tempranos solo se materializará si la red se consolida y la reserva aumenta sustancialmente su tamaño”.

Para estos primeros inversores – principalmente grandes tecnológicas y fondos de capital riesgo – esos 10 millones de dólares no suponen un gran desembolso. Sólo echando un vistazo a los números en los que se traduciría para estos inversores el éxito, moderado o inapelable, del proyecto, es posible entender en toda su magnitud la lógica del mismo.[11]

Sin embargo, a los consumidores, quienes tendrán la última palabra sobre el éxito o el fracaso de Libra, solo se les ha ofrecido un tímido esbozo de lo que podrán hacer con Libra: Una imagen de una persona transfiriendo dinero a otra desde el móvil.

Incluso dejando de lado los riesgos que plantea el libro blanco de Libra (estabilidad financiera, privacidad del usuario y la capacidad para gestionar cientos de millones de transacciones diarias), una pregunta que cabe hacerse es qué es lo que hace de éste un producto tan especial. El servicio descrito por Facebook, a saber, enviar dinero “como si de mensaje de texto se tratara”, ya lo ofrecen muchas otras compañías como Google de Alphabet Inc., Apple Cash, Venmo y Circle de PayPal Holdings Inc., un Proveedor de pagos P2P que permite hacer transferencias en monedas fiat tradicionales.

De hecho, la propia aplicación de mensajería de Facebook ya permite enviar dinero en efectivo. Es más, Facebook ya lanzó con anterioridad su propia moneda virtual, llamada Credits, que permitía comprar contenidos desde las aplicaciones. Pero nunca despegó.

En Suecia dejará de poder usarse dinero en efectivo en 2023. En 2018, cerca del 60 por ciento de los suecos ya utilizaba el servicio local de pagos móviles, Swish, según una encuesta de Riksbank. El sistema cuenta con más de 6.7 millones de usuarios en el país.

Facebook seguirá liderando el consorcio Libra hasta finales de 2019 y pasarán al menos cinco años antes de que la tecnología blockchain que soporta los tokens esté completamente descentralizada. La máxima aspiración de cualquier proyecto de cifrado que se precie es que su moneda digital no dependa de un único punto de control. ¿Y qué hay del énfasis que ha puesto Facebook sobre los segmentos de la población en situación de exclusión financiera? , ¿o de aquellos en los países en vías de desarrollo que tienen que vérselas con la volatilidad de su moneda local? Bitcoin y proyectos semejantes nacieron con la promesa de ofrecer soluciones para estos mismos problemas, pero hasta la fecha sólo han conseguido ayudar a especuladores y delincuentes.

Otro asunto en el que habría que detenerse es en el deficiente historial de Facebook en materia de pagos internacionales. En la India, el principal mercado de remesas del mundo, WhatsApp Pay se las ha visto y deseado para obtener el visto bueno de los organismos normativos, porque sus prácticas de almacenamiento de datos no cumplían con los requisitos normativos nacionales. Libra tendrá que dar respuesta a muchas preguntas similares sobre su estructura financiera y el tratamiento de la información del cliente.

Facebook ha estado trabajando a lo largo del año pasado en recuperar la confianza de sus usuarios. Y desde luego, Libra exige un gran voto de confianza.[4]

Otra gran pregunta que suscita Libra es el tipo de protección al consumidor que Facebook y sus socios incorporarán al sistema, y si ni siquiera se lo han planteado. Con bitcoin y otras criptomonedas, las protecciones son, con frecuencia, escasas.

Abundan las historias de personas que pierden miles o millones de dólares porque no son capaces de recordar el código de acceso a su cartera de criptomonedas. O de gente, o incluso mercados enteros, que han sido víctimas de robos millonarios a manos de piratas informáticos. Y, por lo general, no es posible revertir las transacciones realizadas con moneda digital una vez se ejecutan. Independientemente de que una de las partes haya cometido un error o de que un cliente no haya recibido lo que solicitó. El sistema bancario tradicional ofrece mucha más protección a sus clientes. En los Estados Unidos, los depósitos de los ahorradores están cubiertos por un seguro bancario federal. Los consumidores por lo generar tienen derecho a reclamar cuando no están de acuerdo con algún cargos o revertir transacciones cuando no reciben su pedido obtuvieron o han sido objeto de fraude. Y, por lo general, se les exime de cualquier responsabilidad cuando alguien les roba la tarjeta de crédito y la usa para hacer un montón de compras.

No está claro qué modelo seguirán Facebook y sus socios con Libra. Pero es probable que muchos clientes y, tal vez, las autoridades normativas esperen que la compañía ofrezca protecciones similares a las que ofrecen los bancos y los emisores de tarjetas de crédito.[6]

Conclusión

El desarrollo de Libra aún se encuentra en sus etapas iniciales, y a sus promotores les queda mucho trabajo por hacer antes de su lanzamiento, previsto para principios de 2020. Sin embargo, quizás nunca una criptomoneda haya sido más ambiciosa y haya generado más expectativas que Libra, en primer lugar por el estatus de Facebook como unicornio, y en segundo por las alianzas que está forjando Libra Association. A juzgar por los planes que ha anunciado de crear una cadena de bloques completamente funcional de código abierto y apostar por tecnologías de contratos inteligentes y por el uso de un lenguaje de programación nativo, Libra parece estar avanzando en la dirección adecuada.

Además, la adopción de tecnologías de criptodivisas y blockchain por parte de un gigante tecnológico ha marcado un antes y un después en la adopción de estas tecnologías emergentes por parte del público general. Por otro lado, el hecho de que una lista de instituciones de primer nivel, muchas de las cuales hasta ahora se habían mostrado abiertamente reticentes a involucrarse en ningún asunto que tuviera que ver con las criptomonedas, hayan aceptado voluntariamente pasar a ser miembros de Libra Association, es un claro indicador de que las tornas están cambiando para las tecnologías de registro distribuido en cuanto a aceptación se refiere. Quizás el epíteto de “enorme” se queda corto para describir este proyecto, pero desde luego se trata de una victoria muy merecida para este sector y esta tecnología.[2]

Ahmed Banafa, Autor de los libros:

Secure and Smart Internet of Things (IoT) Using Blockchain and AI

Blockchain Technology and Applications

Referencias

[1] https://www.cnbc.com/2019/06/18/what-is-libra-facebooks-new-cryptocurrency.html?__source=facebook%7Cmakeit

[2] https://www.etorox.com/news/opinions/the-7-key-takeaways-about-libra/

[3] https://www.nytimes.com/2019/06/19/opinion/facebook-currency-libra.html?smid=tw-nytopinion&smtyp=cur

[5] https://www.wired.co.uk/article/facebook-cryptocurrency-libra-coin-globalcoin

[4] https://www.bloomberg.com/news/articles/2019-06-23/guardians-of-money-bristle-at-zuckerberg-s-new-financial-order?utm_medium=social&utm_content=business&cmpid=socialflow-facebook-business&utm_source=facebook&utm_campaign=socialflow-organic

[6] https://www.theatlantic.com/ideas/archive/2019/06/dont-trust-libra-facebooks-new-cryptocurrency/592450/

[7] https://www.bloomberg.com/news/articles/2019-06-25/facebook-s-libra-creates-new-path-to-printing-even-more-money-through-messaging-services?

[8]https://techcrunch.com/2019/06/18/facebook-libra/?tpcc=ECFB2019

[9] https://insurtechforum.net/compared-facebook-libra-and-calibra-vs-apple-pay/?

[10] https://www.forbes.com/sites/jonathanberr/2019/06/30/will-facebooks-new-cryptocurrency-enable-foreign-election-meddling/#19042b237949

[11] https://www.coindesk.com/billion-dollar-returns-the-upside-of-facebooks-libra-cryptocurrency

[12] https://www.coindesk.com/theres-a-second-token-a-breakdown-of-facebooks-blockchain-economy

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