Por Mitchell Joachim y Melanie Fessel
Podrían modificarse descomunales impresoras automatizadas 3D para procesar rápidamente la basura, y completar la tarea en cuestión de décadas. Estos autómatas potenciales se basarían en técnicas existentes utilizadas habitualmente en los dispositivos industriales de compactación de desechos. Para realizar este trabajo no hay que inventar nada drásticamente nuevo.
Con el tiempo, la ciudad futura no haría distinción entre residuos y suministros
La mayor parte de las tecnologías están destinadas al consumo inmediato. En vez de máquinas que trituran objetos en cubos, los dispositivos de compactación podrían contar con mandíbulas ajustables que transformaran formas simples en “bloques de rompecabezas” inteligentes para su posterior montaje. Usando geometrías informáticas, podrían predeterminarse bloques de material de desecho que se adaptaran a cúpulas, arcadas, celosías, ventanas o a cualquier patrón necesario.

Los distintos materiales podrían servir para fines específicos: el plástico transparente para las ventanas, los compuestos orgánicos para andamios temporales degradables, los metales para las estructuras principales, y así sucesivamente. Con el tiempo, la ciudad futura no haría distinción entre residuos y suministros.
Lee más sobre este asunto en el artículo ‘Replantear los paisajes urbanos. Infraestructura, tecnología y territorio autosuficientes‘
Comentarios sobre esta publicación