Elaborado por Materia para OpenMind Recomendado por Materia
4
Inicio La ecóloga microbiana que sana suelos contaminados
07 marzo 2024

La ecóloga microbiana que sana suelos contaminados

Tiempo estimado de lectura Tiempo 4 de lectura

Lur Epelde hace honor a su nombre, que significa Tierra o Madre Tierra en vasco, investigando sobre fitorremediación (uso de plantas para remediar suelos enfermos) y sobre los efectos de los residuos de pesticidas y del aumento de la temperatura en la resistencia a los antibióticos en los agroecosistemas

Como científica, Lur Epelde (Markina-Xemein, 1981) le presta el caso justo al azar y la suerte, pero no deja de divertirla el hecho de haber terminado haciendo honor a su nombre, que, casualidades de la vida, significa Tierra o Madre Tierra en vasco. La ecóloga microbiana, actual coordinadora del grupo de Ecología Microbiana de Suelos en Neiker, Instituto Vasco de Investigación Agraria, es experta en fitorremediación, que define como “el uso de plantas para remediar suelos contaminados”. 

La ecóloga microbiana Lur Epelde es experta en fitorremediación, que define como “el uso de plantas para remediar suelos contaminados”. Crédito: Lur Epelde.

Algunas plantas extraen, literalmente, contaminantes de la tierra. Es la fitoextracción. Otras reducen el riesgo inmovilizando los contaminantes en la rizosfera, lo que se conoce como fitoestabilización. Ambas son estrategias rentables y respetuosas con el medio ambiente, pero lentas. Una solución para el corto plazo sería la fitogestión o integración de la fitorremediación con un uso que permita obtener beneficios económicos, ecológicos y sociales mientras ocurre la remediación. Como plantar especies para madera u otras que reduzcan la pérdida de biodiversidad.

Según los datos de la FAO, un tercio de los suelos del mundo están degradados. Según el EU Soil Observatory (EUSO), entre el 60% y el 70% de los suelos europeos sufre algún tipo de fuente de degradación: pérdida de materia orgánica, erosión, pérdida de biodiversidad, sellado, contaminación… “Son estimaciones muy aproximadas”, advierte Epelde, que aboga por conocer bien el recurso como paso previo para gestionarlo de forma adecuada. “Aumentando el conocimiento que tenemos sobre los suelos mejoraremos en el diagnóstico de su salud”, insiste.

“Algunas plantas extraen, literalmente, contaminantes de la tierra y otras reducen el riesgo inmovilizando los contaminantes en la rizosfera. Ambas son estrategias rentables y respetuosas con el medio ambiente, pero lentas”

Neiker podría describirse como un hospital edafológico que estudia la composición y naturaleza del suelo, y determina una amplia variedad de descriptores físico-químicos, y sobre todo biológicos, para poder hacer un diagnóstico. Lur Epelde lleva aquí 18 años, desde que, nada más terminar la carrera, escribió un correo electrónico a quien hoy es su director científico, Carlos Garbisu, preguntándole si podía empezar a trabajar con él. Lo había escuchado dar una charla siendo alumna de último curso de biología en la Universidad del País Vasco (UPV / EHU). “Me cautivó con su entusiasmo y su pasión por la práctica científica y por la conservación de la naturaleza”, recuerda. “Le debo prácticamente todo lo que soy”, subraya.

Lur Epelde persigue sanar los suelos enfermos, restaurando sus comunidades de hongos y bacterias, que son en gran medida responsables de su funcionamiento y resiliencia frente a las perturbaciones. Crédito: Lur Epelde.

En 2009 Epelde leyó su tesis doctoral, Evaluation of the efficiency of metal phytoremediation processes with microbiological indicators of soil health. Desde entonces persigue sanar los suelos enfermos, restaurando sus comunidades de hongos y bacterias, que son en gran medida responsables de su funcionamiento y resiliencia frente a las perturbaciones. Dice que el suelo era una caja negra hasta que los avances en biología molecular, en concreto los relacionados con las tecnologías de secuenciación masiva, vinieron a abrirla. “Mediante estas técnicas podemos poner nombre y apellido a la miríada de microorganismos presentes; no solo sabemos quién está ahí, sino también qué está haciendo”, apostilla. “También la Inteligencia Artificial permite recopilar toda la información existente sobre las comunidades biológicas y otros descriptores de su salud, para crear gemelos digitales y mapear y modelizar en el espacio-tiempo estas propiedades, gracias al machine learning”.

“Entre el 60% y el 70% de los suelos europeos sufre algún tipo de fuente de degradación: pérdida de materia orgánica, erosión, pérdida de biodiversidad, sellado, contaminación…”

Su equipo ha pasado de trabajar en suelos con un histórico de actividad industrial y niveles elevados de contaminación a suelos agrícolas y desafíos emergentes y globales como las resistencias a los antibióticos. “Estudiamos la diseminación de estas resistencias en los agroecosistemas, desde las deposiciones de animales tratados con antibióticos que se utilizan para elaborar las enmiendas orgánicas hasta los cultivos que consumimos, pasando por el hábitat más complejo y biodiverso del planeta: el suelo”, detalla.

Últimamente, la investigadora ha experimentado sobre el terreno, con un cable calefactor enterrado en el suelo, los efectos de los residuos de pesticidas y del aumento de la temperatura en la resistencia a los antibióticos en los agroecosistemas. Su hipótesis, a la espera del análisis de las muestras en el laboratorio, es que el calor estimula la proliferación de genes de resistencia debido al incremento de la actividad biológica, y que la presencia de pesticidas también incide, “por mecanismos de coselección de las bacterias edáficas”. La idea ha gustado a la Universidad de Wageningen (Holanda), y quiere replicarla. 

BBVA-OpenMind-S Garcia-La ecologa microbiana que sana suelos contaminados_3 La hipótesis por confirmar de Epelde es que el calor estimula la proliferación de genes de resistencia debido al incremento de la actividad biológica, y que la presencia de pesticidas también incide. Crédito: Budi Sudarmanto/Getty Images.
La hipótesis por confirmar de Epelde es que el calor estimula la proliferación de genes de resistencia debido al incremento de la actividad biológica, y que la presencia de pesticidas también incide. Crédito: Budi Sudarmanto/Getty Images.

Wageningen, es uno de los centros de referencia en investigación agraria en Europa junto con Rothamsted Research en Reino Unido. Neiker trabaja de manera coordinada con estas y otras instituciones gracias a proyectos financiados por la Unión Europea. Epelde considera que sus estancias de investigación internacionales –en el Netherlands Institute of Ecology, en el Institute for Environmental Genomics de la Universidad de Oklahoma, en el departamento de Genetics in Ecology de la Universidad de Viena y en el Lawrence Berkeley National Laboratory– son una inyección de estímulo y motivación, que, además, le ha permitido establecer una red de colaboradores, muy importantes en la labor científica.

“La IA permite recopilar toda la información existente sobre las comunidades biológicas y otros descriptores de su salud, para crear gemelos digitales y mapear y modelizar en el espacio-tiempo estas propiedades”

A estos investigadores les une una preocupación común por la conservación del suelo, “tradicionalmente el recurso más olvidado por las políticas de protección del medio ambiente”. El actual contexto de cambio global está haciendo que se reconozca su papel clave en la provisión de alimentos –el 95% de la comida proviene de él–, la mitigación y adaptación al calentamiento –es un regulador del ciclo del agua, el mayor sumidero terrestre de carbono– o la conservación de la biodiversidad –alrededor del 59% de las especies del planeta habitan bajo nuestros pies–. “Está, más que nunca, en el foco de la agenda política. Europa ha establecido objetivos ambiciosos para frenar su deterioro. Ahora toca cumplirlos”, concluye Epelde.

Tarjetas de Salud. Son una propuesta para que cualquier persona pueda diagnosticar de manera sencilla el estado de salud de su suelo, por ejemplo, extrayendo un bloque de tierra y contando la abundancia de lombrices. Un manual indica qué descriptores de salud se pueden medir, cómo hacerlo correctamente, qué significado tiene cada uno, y los rangos considerados como “buenos”, “aceptables” e “insuficientes”. El grupo de investigación de Lur Epelde acaba de lanzar LURZAIN, que es una aplicación web que permite introducir los resultados de estas mediciones y ayuda a los interesados en el diagnóstico y terapia de su suelo.

Elena S. García

Comentarios sobre esta publicación

El nombre no debe estar vacío
Escribe un comentario aquí…* (Máximo de 500 palabras)
El comentario no puede estar vacío
*Tu comentario será revisado antes de ser publicado
La comprobación captcha debe estar aprobada