La meca del juego, Las Vegas, solía promocionarse a sí misma y a sus espectáculos orientados a los adultos con el eslogan: “Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”. Cada año decenas de millones de personas disfrutan de sus luces de neón, su deslumbrante encanto y sus “secretos”, mientras que muy pocas personas ponen un pie en el Ártico. Allí, el eslogan adecuado es justo el contrario: “Lo que ocurre en el Ártico, no se queda en el Ártico”, porque la rápida transformación que está sufriendo este área del planeta por el calentamiento global, nos afecta a todos.
A diferencia de Las Vegas, que mantiene sus cartas en secreto, los efectos del calentamiento del Ártico se extienden por todo el mundo, alterando los patrones climáticos y de precipitación, elevando el nivel del mar y debilitando las corrientes oceánicas. Además, alimentan desastres naturales, como incendios forestales, sequías, inundaciones y tormentas de nieve extremas como las que han vivido en el invierno de 2021 regiones templadas como España y Texas.
La amplificación del Ártico
El Ártico se está calentando aproximadamente el doble de la media mundial debido a un fenómeno conocido como “amplificación del Ártico“. Hay varios mecanismos en juego, uno de los cuales es el albedo, una medida de la reflectividad de un material. La nieve y el hielo tienen un albedo alto, que absorbe poca o ninguna luz solar. Por esta razón tenemos que usar gafas de sol cuando salimos a las pistas de esquí en un día soleado, y también por eso, para disgusto de sus habitantes, la nieve permanece tanto tiempo en países y regiones nórdicas.
También por eso, las dos regiones polares cubiertas de hielo funcionan como gigantescos aparatos de aire acondicionado para nuestro planeta, reflejando más energía solar de la que absorben y enfriando el globo. Sin embargo, a medida que el hielo marino del Ártico retrocede, por al aumento de la temperatura del aire (unos 230.000 millones de toneladas perdidas al año desde 1980), queda expuesta más agua oscura del océano, que absorbe la radiación solar y se calienta, derritiendo más hielo marino y haciendo menos probable que el hielo vuelva a formarse. Este bucle suele denominarse mecanismo de retroalimentación hielo-albedo.
El mismo proceso se produce en tierra, donde la nieve del invierno se derrite antes, dejando al descubierto el permafrost —de bajo albedo, que absorbe más radiación solar—, derritiendo más nieve, y así sucesivamente. Esto es especialmente preocupante porque al descongelarse el permafrost, puede liberar enormes cantidades de dióxido de carbono y metano, dos gases de efecto invernadero que desencadenan un mayor calentamiento.
Nieve y hielo sucios
El albedo también está cambiando en la capa de hielo de Groenlandia, de 1,71 millones de km2. Allí, el hollín de los incendios forestales del norte oscurece el hielo, amortiguando el efecto de enfriamiento y acelerando el deshielo.
Un estudio reciente ha identificado otro bucle de retroalimentación en Groenlandia. El polvo de las rocas expuestas por el deshielo, rico en fósforo, parece estar “fertilizando” cada verano enormes floraciones de algas en una región de la capa de hielo conocida como la “zona oscura“. Las algas no solo reducen el albedo y derriten, sino que además excretan agua a medida que crecen, creando charcos en la superficie que reducen aún más el hielo. El efecto combinado aumenta el derretimiento en un 13%. La capa de hielo de Groenlandia desprende unos 500.000 millones de toneladas de hielo al año y, si desaparece por completo, el nivel global del mar aumentará unos siete metros, según la NASA.
Otro factor que contribuye a la amplificación del Ártico es el vapor de agua. Como dijo Jennifer Francis, científica del clima en el Centro de Investigación Climática Woodwell, a Scientific American en 2017, “mucho más vapor de agua está siendo transportado hacia el norte por las grandes oscilaciones del chorro de vapor. Eso es importante porque el vapor de agua es un gas de efecto invernadero al igual que el dióxido de carbono y el metano. Atrapa el calor en la atmósfera. Ese vapor también se condensa en forma de gotas que conocemos como nubes, que a su vez atrapan más calor. El vapor es una parte importante de la historia de la amplificación, una razón importante por la que el Ártico se está calentando más rápido que cualquier otro lugar”. Señala que la pérdida de hielo marino conduce a una mayor evaporación, atrapando más calor, que derrite más hielo, creando otro bucle de retroalimentación.
Un tiempo extraño
¿Qué efecto tiene el calentamiento del Ártico en nuestro tiempo meteorológico? Hasta hace poco, los científicos pensaban que los calurosos trópicos eran la clave de los patrones meteorológicos globales, pero cada vez está más claro que las regiones polares también desempeñan un papel crucial, especialmente las corrientes en chorro polares. Son corrientes de aire rápidas y serpenteantes impulsadas por las diferencias de temperatura entre el aire polar frío y las latitudes medias más cálidas. De hecho, el movimiento de calor hacia las regiones polares, combinado con la rotación de la Tierra, es lo que impulsa las corrientes en chorro. Cuanto mayor sea la diferencia de temperatura, más fuerte será la corriente en chorro.
Según Francis, “había cierta reticencia a aceptar que esta región en la cima del mundo pudiera tener un impacto en algo tan grande como la corriente en chorro.” Pero desde 2012, decenas de estudios han apoyado la hipótesis de que la corriente en chorro polar se debilitará como consecuencia del calentamiento global.
La idea, que todavía está siendo estudiada y modelada por los científicos del clima, es que cuando la diferencia de temperatura entre el Ártico y las latitudes medias es grande, el vórtice polar del norte —un gigantesco patrón meteorológico de baja presión que gira en sentido contrario a las agujas del reloj sobre el Polo Norte, como una enorme peonza— está firmemente encerrado por la fuerte corriente en chorro polar y permanece bloqueado en su lugar y de una sola pieza.
A medida que el Ártico se calienta y la corriente en chorro se debilita, comienza a tomar mayores meandros de norte a sur. Fuente: NOAA
Cómo funciona el vórtice polar
A medida que el Ártico se calienta y la corriente en chorro se debilita, comienza a tomar mayores meandros de norte a sur, formando enormes olas de movimiento lento. El vórtice polar comienza a tambalearse, como una peonza que pierde velocidad, y a veces se rompe. El resultado es un flujo desorganizado de aire gélido del Ártico que empuja hacia el ecuador en América del Norte, Europa o Asia, mientras que las masas de aire más cálido penetran hacia el norte.
La tormenta invernal norteamericana del 13 al 17 de febrero de 2021, que tuvo efectos generalizados en gran parte del continente y provocó apagones a más de 9,7 millones de personas, especialmente en Texas, se atribuye a esta configuración de vórtice polar ondulado. Y la borrasca Filomena, que provocó nevadas anormalmente intensas y bajadas de temperaturas en media España a principios de enero, se produjo al chocar una tormenta atlántica con una onda de vórtice polar.
¿Fake news?
A los negacionistas del cambio climático les gusta señalar estas tormentas invernales como prueba de que el calentamiento global es una fake new. Sin embargo, no tienen en cuenta que el clima de la Tierra es un sistema cerrado, por lo que las temperaturas anormalmente frías en una región se ven compensadas por temperaturas excepcionalmente cálidas en otras zonas. Los científicos han confirmado con precisión astronómica que la temperatura global de nuestro planeta está aumentando de forma constante.
Fenómenos meteorológicos extremos
Estas enormes ondas en la corriente en chorro se mueven muy lentamente. Según Francis, “cuando un patrón meteorológico concreto permanece en el mismo lugar durante mucho tiempo, puede convertirse en un evento extremo: piensa en sequías, lluvias prolongadas que provocan inundaciones, olas de frío persistentes y olas de calor de larga duración.” En el invierno de 2019/2020, la corriente en chorro se atascó al norte de Siberia, dando lugar a condiciones muy cálidas que derritieron la nieve y el hielo, lo que a su vez aumentó el calentamiento. Cuando el invierno dio paso a la primavera, se empezaron a batir récords de calor, alcanzando el 20 de junio unos abrasadores 38°C en la estación meteorológica de Verkhoyansk, la temperatura más alta jamás vista por encima del círculo polar ártico. Los efectos a gran escala de esta ola de calor fueron desastrosos, incluidos los incendios forestales masivos, la pérdida de permafrost, el colapso de las infraestructuras y la invasión de plagas. Todo esto llevó al presidente Putin a declarar el estado de emergencia.
Entonces, ¿qué significa un Ártico más cálido, con menos hielo marino en el futuro? Algunos estudios recientes han hecho algunas predicciones generales:
- Veranos más calurosos en EE.UU. y Canadá
- Calentamiento del mar Mediterráneo y del este de Asia
- Inviernos fríos y más nieve en las latitudes medias del hemisferio norte
- Veranos húmedos en el norte de Europa
- Más incendios en la tundra ártica
- Máyor aumento del nivel del mar
- Sequías en América del Norte y en el este de Asia
- Un aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos que baten récords.
Aunque se necesita más investigación, está claro que los efectos del calentamiento del Ártico son de gran alcance y nos afectan a todos globalmente. Y ni siquiera hemos mencionado a los osos polares.
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