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22 agosto 2016

Bioéticas emergentes: la nueva sociedad colaborativa como reto a la desigualdad

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El valor colaborar/compartir es un valor en sí mismo que nace en el interior de cada ser humano y se plasma en la convivencia comunitaria y social; mientras que las tecnologías (Internet) son un valor instrumental que añaden valor para conseguir un fin en la sociedad. La economía forma parte de un método de vida que está basado en valores colectivos.

La construcción de la realidad social a través de Internet

La nueva cultura de la colaboración se está construyendo tanto individual como socialmente a través de Internet, que es ya centro y lugar habitual de la colaboración virtual. La Red es el instrumento tecnológico por el que se pueden intercomunicar miles de millones de seres humanos e intercambiar bienes, servicios y, por supuesto, compartir valores, ideas, creatividad, sentimientos, emociones, etc., en tiempo real, pero de modo virtual y a nivel global. Es ya un hecho incuestionable que Internet ha propiciado un gran cambio económico, sanitario y educativo y está revolucionando el modo de comunicarse, de entender la sociedad por una nueva forma de relación virtual, antes nunca vista. Ha impulsado nuevos modos, formas, ángulos y estilos de ver y de observar el mundo. A pesar de la desigualdad en el uso de la Red, empresas como Facebook (Internet.org, 2013) están trabajando, con avanzadas tecnologías, para llevar Internet a todo el mundo, con conexiones fiables, bien por medio de drones equipados con placas solares o bien por satélites con capacidad para trasmitir señales de Internet mediante rayos de láser infrarrojos. Es la poderosa influencia del Internet económico, educativo y sanitario capaz de reducir la desigualdad.

Reflexiones acerca de la bioética digital

Deliberaciones en torno a la emergencia de la nueva bioética en Internet

Se trata de reflexionar sobre las ventajas y desventajas bioéticas a la hora de interconectar el planeta -de todos con todo-, de tal manera que ésta interconexión, no solo mejore la relación social en el uso de los bienes y de los servicios, sino que también sirva para mejorar los valores y los derechos humanos.

Entre otras ventajas que se pueden enumerar están:

  • La nueva sociedad emergente es colaborativa, especialmente la gente joven, ya que está cambiando de paradigma y de valores. Por ejemplo, por la interconexión a Internet, rompe el aislamiento y está compartiendo en la red: música, videos, imágenes, etc., e intercambia ya gran parte de bienes y servicios: información, datos, transporte, viajes, comida , etc., pero también experiencias, conocimientos, ideas, valores, creatividad, innovación, relaciones personales y grupales, etc. Otra faceta interesante de esta sociedad colaborativa es que recauda dinero mediante pequeñas donaciones (crowdfunding) para curar a personas enfermas, para investigar sobre enfermedades raras, para llevar a cabo ensayos con vacunas, tratamientos farmacológicos, etc. Es una manera de beneficiar a millones de personas y aminorar la desigualdad.
  • En pocas décadas, gracias a Internet, se ha expandido un modo de compartir virtual. Esta es una manera nueva de relacionarse para todos, especialmente para las nuevas generaciones; es un fenómeno social que va en aumento. A la vez, está cambiando de paradigma poniendo el acento más en el acceso a los bienes y servicios que en la propiedad de los mismos. Ejemplo de ello es la llamada generación Napster, cuya Red fue fundada en 1999, en la que millones de personas -jóvenes- comenzaron, entre iguales, a compartir música, archivos, etc., a bajo coste o coste cero en la Red, lo cual puso de manifiesto la emergencia de ‘la era del acceso’ que llevó a muchas discográficas a la quiebra.
  • Por otra parte, en base a un carácter voluntario y de ánimo colaborativo, las nuevas generaciones, dejan entrever más reciprocidad y transparencia en torno a la intimidad (genética), la identidad personal, la confidencialidad, la privacidad, la creatividad, la interconectividad, la laboralidad, etc., de modo virtual; tal sería el ejemplo del rastreo y seguimiento de enfermedades raras en familiares y poblaciones, del acceso a la Hª C a través de la Red, del conocimiento del cuerpo por Internet, de compartir las intimidades y privacidad en grupo, etc.

Esta manera de interconectarse a la Red, también conlleva sus desventajas, que pueden impedir el desarrollo normal del IdC. Algunas de ellas son:

  • La sociedad, al menos la occidental, con fuerte impronta capitalista, necesita un periodo de transición hacia la sociedad colaborativa, si esto no se da de manera armónica y democrática, el IdC puede tener muchos problemas para crecer y desarrollarse. Tal es el caso de los conflictos laborales y legales que tiene Uber, al menos en algunos países de Europa. La acusación en el caso del transporte de viajeros es obvia, son intrusos, quitan el trabajo, no pagan impuestos, etc.

Internet de las Cosas

La interconectividad global es fuente de muchos problemas bioéticos. Tales como: robo de datos y patentes, asalto a la intimidad, violación de la privacidad, ausencia de responsabilidad, estigmatización de lo defectuoso, falta a la transparencia, exposición a ciberataques, enaltecimiento del bioterrorismo, faltas a la dignidad y a los derechos humanos, rechazo en los seguros de vida o laborales por la condición genética del aspirante, engaño y falsificación de identidades personales o grupales, peligro de la vida, la salud, el trabajo, de los activos bancarios, etc. La interconexión en la Red puede generar no sólo maleficencia, sino también un mayor grado de injusticia y desigualdad. Por ejemplo, una brecha digital mayor que la que ya hay, o un nuevo capitalismo de estructura virtual, más poderoso y esclavizante que el capitalismo económico existente.

Como conclusión:

  • La colaboración es ya un valor virtual.
  • La nueva cultura de la colaboración se construye a través de la red.
  • La emergencia de la Era de la Colaboración está revolucionando la forma de colaborar y compartir entre individuos, colectividades y sociedades, debido a los prosumidores.
  • La extensión de la educación a los niveles de secundaria, universitaria y postgrado, vía Internet, a coste marginal cero o casi cero, es un beneficio incalculable para disminuir la desigualdad en la aldea global.

Accede aquí a la publicación original en la página de la Fundación madri+d.

José Mª Rodríguez Merino

Doctor en Filosofía. Experto en Bioética

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