- Elevada batimetría (poca profundidad de lámina de agua)
- Una composición de rocas con alto contenido en SiO2 y baja velocidad de ondas sísmicas.
- Desde un punto de vista geológico, existen dos tipos de corteza: oceánica y continental,
- La parte más externa de la tierra, denominada litosfera, se encuentra dividida en 14 grandes casquetes o placas litosféricas, que incluyen corteza oceánica y/o continental.
¿Qué interés tiene definir un nuevo continente? La clave está en la soberanía

La cuestión legal: el derecho del mar

- Mar territorial: desde las líneas de base recta (las que unen los cabos, de manera aproximada) hasta las 12 millas. Los estados tienen derechos de soberanía para espacio aéreo, aguas, el suelo y el subsuelo marinos.
- Zona Económica Exclusiva: Desde las 12 millas hasta las 200 millas. Los estados tienen derechos de soberanía para la exploración y explotación, conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos de las aguas, el suelo y el subsuelo marino.Estas dos zonas las tienen todos los estados ribereños, y su límite es la presencia frente a sus costas de otro estado, quedando limitada entonces la Zona Económica Exclusiva a la “equidistancia entre ambas líneas de base”.
- Plataforma Continental. Es posible extender la soberanía de un estado más allá de las 200 millas, hasta un máximo de 350 millas, a la denominada ‘Plataforma Continental’. En esta zona el estado tiene derechos de soberanía para la exploración y explotación de los recursos naturales, tanto vivos (especies sedentarias) como no vivos, del suelo y subsuelo marinos. Hay en este caso un pago por la explotación más allá de las 200 millas.
- La zona. A partir del límite de la Plataforma se extiende ‘La zona’, que es patrimonio común de la humanidad (Naciones Unidas).
Para solicitar la ampliación de su Soberanía más allá de las 200 millas, el Estado debe presentar información sobre los límites de ‘su’ plataforma continental más allá de las 200 millas marinas a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental. Esta documentación se examina por la Comisión en la ONU, en la que se integran 21 técnicos especialistas en geología, geofísica o hidrografía, elegidos por 5 años por los estados miembros de la Convención, garantizando una representación geográfica equitativa y su capacidad técnica. Los datos científicos y técnicos se establecieron en 1999 (CLCS/11).
Una vez presentada la documentación la Comisión hará recomendaciones a los Estados ribereños sobre las cuestiones relacionadas con la determinación de los límites exteriores de su plataforma continental. Finalmente, los límites de la plataforma que determine un Estado ribereño tomando como base tales recomendaciones serán definitivos y obligatorios.
Repercusiones políticas y económicas

En este sentido,que una cordillera submarina sea denominada ‘continental’ u ‘oceánica’ tiene una enorme repercusión, ya que esa clasificación implica que se pueda utilizar, o no, un criterio como el de 100 millas desde la línea de la isobata de 2500 m. Si este criterio se pudiera aplicar a un estado oceánico como Islandia, éste podría extender sus dominios enormes extensiones a lo largo de las cordilleras oceánicas.
Como conclusión, se puede afirmar que la utilización del término ‘continente’ o del adjetivo ‘continental’ no es inocente. No es de extrañar que Nueva Zelanda intente que este término sea aceptado por la comunidad internacional, y que se le considere un ‘continente’. Basta con examinar el mapa incluido en este texto, para comprobar que, si Nueva Zelanda no se considera un estado archipelágico, puede conseguir la extensión de su plataforma continental más allá de la equidistancia respecto a Australia o a Nueva Caledonia. Ese aumento de su soberanía tiene, sin duda, enormes repercusiones políticas y económicas que justifican este ‘esfuerzo’ en intentar adoptar una nomenclatura que se basa en datos científicos que se conocen desde hace décadas. Ahora bien, este interés no va a cambiar que desde un punto de vista geográfico, histórico y cultural, Nueva Zelanda no sea un continente, aunque exista corteza continental desde un punto de vista geológico.
Para consultar el artículo completo al que pertenece este texto, accede a la web de la Fundación madri+d
Dr. Alfonso Muñoz Martín
Profesor Titular en el Departamento de Geodinámica de la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM
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