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28 agosto 2014

Luz Rello: “Mi motivación para trabajar en dislexia es social: quiero ayudar a las personas con este trastorno”

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Es difícil que un investigador, encerrado a menudo muchas horas en un despacho o un laboratorio, sea consciente del impacto social de su trabajo, que suele tardar en reflejarse en un avance social. Este era, sin embargo, uno de los dos requisitos para recibir el Premio para Jóvenes Investigadores (EYRA, de sus siglas en inglés) que otorga la organización Euroscience. El otro, la excelencia académica y ambas condiciones confluyen en la figura de Luz Rello (Madrid, 1984), la ganadora de la última edición por haber conseguido mejorar la lectura de las personas con dislexia. Su próximo reto: ampliar su campo de acción a otros trastornos del aprendizaje. Vista su juventud y su currículum, existen pocas dudas de que vaya a conseguirlo.

Luz Rello, durante la entrega del premio EYRA. Mikkel Østergaard and Rasmus Flindt Pedersen

¿Por qué decidió presentarse al EYRA y qué sintió al saber que lo había ganado?

Recuerdo que me informaron desde la Universitat Pompeu Fabra [centro académico donde ha trabajado hasta ahora y donde se acaba de doctorar] y me dijeron que me presentara. Al leer los requisitos y ver el currículum de los ganadores de otros años, les dije a mis jefes: “Esto es otra liga”, pero insistieron en que lo enviara. Es bastante trabajo y supone mandar entre otras cosas varias cartas de recomendación, así que lo hice pero, aún así, no me esperaba ganarlo. Cuando supe que sí, me alegré mucho, claro, pero por otra parte supone mucha responsabilidad, las expectativas sobre mí y mi trabajo están ahora muy altas y, hasta cierto punto, es un arma de doble filo, mucha responsabilidad.

Se acaba de doctorar. ¿En qué consiste su tesis?

El objetivo era buscar qué se puede cambiar en un texto digital para hacerlo más accesible a las personas con dislexia. Las modificaciones podían hacerse en varios campos, desde el diseño al contenido. Para comprobar cuáles eran más útiles utilizamos la tecnología de  eye-tracking, que mide de forma objetiva la forma de leer siguiendo el movimiento de los ojos. Observamos que acciones como poner en negrita ciertas fuentes mejoraban la legibilidad de los textos digitales.

Y fruto de este trabajo, ¿se han obtenido resultados aplicables de inmediato?

La realidad es que resultados significativos hemos obtenido pocos, pero sí son aplicables. De hecho, entidades como el Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Catalunya están integrando las recomendaciones de mi tesis en documentos propios. Los hallazgos se engloban en tres campos: unas recomendaciones de adaptación de textos, una serie de recursos informáticos que las empresas pueden utilizar para hacer sus textos digitales más accesibles a personas con dislexia y una aplicación que integra los dos puntos anteriores y que transforma un texto digital en una versión más accesible del mismo.

Usted misma padece cierto grado de dislexia, ¿es esto lo que le motivó a investigar sobre este trastorno?

No, y me gustaría dejar muy claro este punto. Es cierto que yo, tras terminar la carrera de Lingüística, trabajaba en procesamiento informático del lenguaje natural y que mi director de tesis -Ricardo Baeza-Yates-, tras observar que cometía faltas de ortografía y yo contarle que se debía a mi dislexia, me sugirió enfocar mi trabajo para mejorar la accesibilidad de los textos a personas con esta dificultad de aprendizaje. Pero si yo me dediqué a esto no fue por mí ni porque lo hubiera pasado mal de pequeña, sino por una motivación social, por interés por ayudar a la gente. Me preocupa además que se transmita este mensaje porque existen diversos grados de dislexia y el mío es leve y no quiero que mi historia genere falsas expectativas.

Además de sus investigaciones en la Universidad, usted ha creado junto a dos amigas la start-up Cookie Cloud, a la que dedica su tiempo libre. ¿En qué consiste esta vertiente emprendedora?

Se trata de un proyecto de empresa –todavía no facturamos lo suficiente para llamarla así- con la que hemos desarrollado una aplicación llamada Piruletas. Se puede descargar gratuitamente para el sistema operativo de Apple y consigue mejorar la ortografía en niños disléxicos, aunque no la capacidad de lectura. La hemos evaluado en 48 niños diagnosticados con dislexia y parte de una hipótesis distinta a otras aplicaciones similares: el punto de partida no es la palabra correcta, sino mal escrita y con la aplicación la modifican hasta escribirla correctamente. El aprendizaje habitual consiste en repetir la palabra bien escrita hasta conseguir aprenderla y nosotras hemos modificado ese concepto.

¿Y en qué punto está Cookie Cloud en este momento?

Seguimos trabajando. Ya tenemos la versión en castellano y en inglés y estamos trabajando para desarrollar una versión en catalán. Nos han contactado también para adaptarla al alemán y una conocida empresa de juguetes nos llamó ofreciéndonos la posibilidad de incluirla en sus tabletas para niños, aunque aún no se ha cerrado.

Tal y como está la situación de la investigación en España, ¿se plantea abandonarla y vivir de su empresa?

Claro que me lo planteo. Sin embargo, creo que para vivir de esto tendría que aprender muchas cosas sobre las que no sé y tendríamos que tener claro un modelo de negocio. Ahora mismo no es el momento. En cualquier caso, si optáramos por ello, me gustaría que no fuera una compañía al uso, sino una empresa social sostenible; de la que pudiéramos vivir y pagarnos un sueldo pero cuyas ganancias extra se reinvirtieran automáticamente en I+D+i. No sé si la crearemos en España o en Estados Unidos, donde el concepto y el marco legal para este modelo están más avanzados.

Precisamente en unos meses se traslada usted a Estados Unidos a seguir con sus investigaciones, ¿qué va a hacer allí?

Me contactó la Universidad Carnegie Mellon, que es una de las mejores en mi campo y me ofrecieron realizar allí una estancia postdoctoral. Lo que más me gusta, aparte de que las condiciones son mejores que en España, es que me dan libertad total para investigar sobre lo que quiera y de ahí la decisión de ampliar un poco mi campo de trabajo.

¿Y en qué sentido le gustaría ampliarlo?

Me gustaría hacerlo más general, seguir desarrollando aplicaciones pero no sólo para personas con dislexia, sino también para individuos con otras dificultades de aprendizaje. Para ello, tengo intención de utilizar el crowdsourcing o colaboración abierta de la comunidad. He de reconocer que estoy en un momento emocionante de mi carrera de investigadora.

Como muchos investigadores, se traslada fuera de España. ¿Tiene intención de regresar?

Sí, por supuesto, esta es mi casa. No sé cuánto tiempo tardaré en volver, en principio me marcho para un año y medio o dos. Las razones por las que quiero regresar no son sólo personales, sino también profesionales. Quiero que mi trabajo ayude a personas que conozco y es una de mis motivaciones vitales.

Ventana al Conocimiento

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