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26 octubre 2012

El bien social

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Quizás no sea científico, arquitecto, profesor, etc… pero creo que la innovación, las nuevas tecnologías y sobre todo la ética, confianza y las nuevas ideas que puedan surgir en la época que vivimos son clave en la actualidad. De hecho, lo que tenemos que suprimir el pensamiento negativo saber que de todo esto se puede salir y tener actitud positiva ante los cambios.

Cada uno de nosotros debemos de hacer una reflexión sobre qué podemos hacer para mejorar, y de qué forma podemos ayudar. Somos un granito de arena pero, si todos nos pusiéramos como objetivo el lograr la meta del “bien social”, lo conseguiríamos.

Estamos en una vida que día a día cambia, cada hora, minuto y segundo. Yo tengo 33 años, y en este momento, mi vida y mi entorno no tiene nada que ver con lo que hacía hace uno, dos o cinco años. Por eso tenemos que innovar y saber adaptarnos siempre al cambio. Nadie pensaba que de aquellos móviles grandes con antena y teclas enormes que se tenían que llevar en un bolso, pasaríamos a tener un móvil de reducidas dimensiones y con pantalla táctil; que un disco duro llegaría a ser tan práctico como el iPad y que Internet fuera nuestro día a día. Nos queda mucho cambio en nuestro presente y en el futuro y para ello nos tenemos que adaptar.

En esta comunidad a la pertenezco, OpenMind, se puede hablar de muchos temas del conocimiento y todos podemos dar ideas. Es su razón de ser: contar historias o experiencias fuera de nuestra profesión que hayamos vivido o estamos a punto de vivir.

Desde mi propia experiencia y mi forma de ser, me gusta intentar hacer de todo. Una vez, sin saber nada de organizaciones, ni de eventos, decidí que mi boda la quería organizar y decorar yo. Así que sin ningún recurso ni aprendizaje me puse manos a la obra. Todo fue ponerse, tomar iniciativas e inventar cosas nuevas que nadie hubiera hecho antes. Mi pareja, actualmente mi esposa, se asombraba con las ideas y cosas que se podían hacer, tanto con materiales nuevos como con materiales reciclados. El total de invitados eran 350 y yo me encargaba de todo, por una parte porque me gustaba y por la otra porque económicamente lo tenía que hacer.

Con respeto, ética, ganas y voluntad todo se puede conseguir. De hecho después de esa vez, he organizado y decorado más de 10 bodas y eventos, sin cobrar, para gente que deseaba hacer realidad su sueño y que económicamente no se lo podía  permitir, y otros que se los hago con toda la ilusión del mundo porque son familia o amigos. Y cada vez que hago debo lograrlo desde la innovación,  añadiendo y aprovechando esos cambios que ha habido en  tecnología.

Creo que es un gran ejemplo de que cuando no se tiene o no se puede, con imaginación, ganas y adaptándose a los cambios se pueden conseguir muchas cosas.

Oscar David Díaz González

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