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23 abril 2020

El enigma de la pelota Maya, antepasada de nuestros deportes de balón

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Hasta que los conquistadores españoles llegaron al continente americano, los europeos nunca habían visto nada semejante a aquel deporte que se jugaba con una elástica pelota de caucho y que enfrentaba a dos equipos. Quedaron tan impresionados que enviaron una delegación de jugadores a España para que efectuasen una exhibición ante la corte de Carlos V. El deporte en cuestión, llamado ullamaliztli por los aztecas, era el ahora conocido como juego de pelota mesoamericano, que por entonces contaba ya con una larga tradición por toda Mesoamérica. Su origen se remonta al segundo milenio antes de Cristo: es el deporte de pelota en equipo más antiguo conocido y, por ello, está considerado el precursor de todos los modernos deportes de balón. Y además, el más veterano, pues todavía se sigue practicando. Un reciente hallazgo arqueológico aporta nuevos datos sobre su origen

En su versión más extendida, conocida y representada en la iconografía indígena, el ullamaliztli enfrentaba a dos equipos en una cancha específicamente diseñada y construida para albergar estos partidos, flanqueada por dos altos muros y con un círculo de piedra en la pared: el objetivo era colar o impactar en dicho aro con la pelota impulsándola con los hombros.

Pasatiempo 1: El tablero representa un complejo de canchas de juego de pelota de diferentes dimensiones y formas. El objetivo es situar en cada cancha una pelota y un aro —representados como puntos negro y blanco, respectivamente— y teniendo en cuenta que debe haber siempre solo una pelota y solo un aro en cada fila y en cada columna del tablero.

Un sorprendente hallazgo arqueológico

El denominado como “juego de pelota” constituye uno de los rasgos más característicos e identitario de la cultura mesoméricana precolombina —una región que comprende las actuales Guatemala, Belice, gran parte de Mexico y el occidente de Honduras y El Salvador. Hasta ahora se consideraba que el juego se había originado en la zona del golfo de México y en las regiones costeras del Pacífico sur durante el segundo milenio a.C. y había alcanzado su pleno desarrollo en el periodo Clásico del Imperio Maya. De ahí que se le conozca también como “pelota maya”

Esa hipótesis estaba fundamentada en que la mayoría de las más de 2.300 canchas de juego descubiertas hasta la fecha se localizan en territorios costeros. Y además muchas de ellas están datadas en el primer milenio d.C., en el citado periodo clásico maya. Sin embargo el reciente descubrimiento de dos canchas indica que el origen de este juego está mucho menos claro. La más antigua de esas dos canchas, datada en 1374 a.C y situada en el yacimiento de Etlatongo (en la región montañosa de Oaxaca) cuestiona dicha hipótesis y sugiere que, cuando los mayas todavía no se habían constituido en un verdadero imperio, las poblaciones del interior también contribuyeron al desarrollo del juego de pelota.

La cancha de juego y sus reglas

Aunque en Mesoamérica se practicaban muchos juegos de pelota con diferentes reglas, el denominado como juego de pelota se refiere específicamente a la modalidad que se jugaba con una pelota de caucho, en una cancha diseñada y construida a tal efecto. Aunque sus dimensiones varían de una a otra, la pista siempre contaba con un pasillo central y dos áreas o islas en los extremos y donde la zona central estaba limitada por dos muros o paredes de piedra que en muchos casos servían también para sostener unas gradas desde las que los espectadores podían seguir el desarrollo del juego. Entonces ya era un deporte de masas.

BBVA-OpenMind-Miguel Barral-Pelota maya 1-2-Pintura de jugador de pelota de los murales de Tepantitla en Teotihuacán. Crédito: Daniel Lobo
Pintura de jugador de pelota de los murales de Tepantitla en Teotihuacán. Crédito: Daniel Lobo

Las reglas del juego variaban de lugar en lugar. Por ejemplo, el monje dominico Diego Durán documentó que el objetivo en la modalidad azteca que él presenció era mantener la pelota en juego, sin que cayese ni superase los límites de la pista; golpeándola con los hombros y otras partes del tronco, pero sin que estuviera permitido el uso de las extremidades. En otras versiones se sumaban puntos cuando la pelota golpeaba o superaba marcas pintadas en las paredes o en el suelo de las áreas. No obstante, la modalidad más conocida era en la que el objetivo era encestar o impactar en un aro de piedra vertical.

Mucho más que un deporte

En realidad, el juego de pelota era mucho más que un simple deporte para las sociedades mesoaméricanas. Tenía una gran carga simbólica. Así, en el relato mitológico del nacimiento del imperio maya, la creación del universo fue consecuencia de un partido entre las deidades del inframundo y héroes mortales. No solo eso, sino que llegó a ser un elemento crucial, un eje vertebrador de los imperios mesoamericanos con gran importancia ritual y política. Partidos entre equipos de localidades vecinas servían para dirimir disputas territoriales y otros enfrentamientos. Y durante las ceremonias rituales servía para decidir quienes serían sacrificados a los dioses. 

Pasatiempo 2: Un reto más complicado, con el mismo objetivo y reglas que en el primer pasatiempo.

Soluciones

 

Miguel Barral

@migbarral

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