Elaborado por Materia para OpenMind Recomendado por Materia
5
Inicio Plantar árboles, una estrategia controvertida contra el cambio climático
06 octubre 2020

Plantar árboles, una estrategia controvertida contra el cambio climático

Tiempo estimado de lectura Tiempo 5 de lectura

Nadie pone en duda que la deforestación es uno de los factores que agravan el cambio climático, aún más cuando esos terrenos antes ocupados por bosques se reconvierten a un uso agropecuario, industrial o urbano. Y esos cambios suelen ser irreversibles: ni es posible recuperar de un plumazo la masa forestal perdida, ni tampoco podemos prescindir ya de esas viviendas, esas fábricas o esas explotaciones de producción de alimentos. Pero la solución podría parecer inmediata: plantemos árboles allí donde ahora hay tierra disponible, y así conseguiremos poco a poco recuperar lo perdido. Hoy son numerosas las iniciativas de reforestación masiva contra el cambio climático, a menudo respaldadas por compañías que dicen compensar con ello sus emisiones de carbono. Pero ¿es tan sencillo? ¿Realmente basta con plantar billones de árboles para cicatrizar la herida climática del planeta?

El milagro evolutivo de la fotosíntesis permite a las plantas absorber CO2 de la atmósfera para expulsar como desecho el oxígeno que los animales respiramos. Los árboles son sumideros naturales que secuestran inmensas cantidades de carbono en su materia vegetal y en el suelo. Cuando los árboles se pierden, el carbono que retienen se vierte a la atmósfera, aumentando el efecto invernadero responsable del cambio climático. Desde hace años han surgido multitud de iniciativas que buscan restaurar esta masa forestal perdida, como #TeamTrees, Arbor Day Foundation o 8BillionTrees, algunas de ellas con el sonado apoyo de grandes empresarios tecnológicos; 1t.org, lanzada por el Foro Económico Mundial, pretende aglomerar entidades, gobiernos y personas para plantar un billón de árboles durante esta década.

El poder de la reforestación en entredicho

Estos proyectos recibieron un gran espaldarazo en 2019 con la publicación de un estudio en Science que avalaba el poder de la reforestación en la lucha contra el cambio climático. Investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich (ETH) estimaban que la Tierra podría sostener un aumento de más del 25% de su superficie arbolada sin cerrar granjas ni derribar viviendas, un área del tamaño de EEUU, y que estos nuevos bosques podrían almacenar el 25% del carbono atmosférico actual, equivalente a dos tercios de las emisiones antropogénicas. “La restauración de árboles persiste como una de las estrategias más efectivas para la mitigación del cambio climático”, escribían Jean-François Bastin y sus colaboradores. Los medios se hacían eco con encabezados rotundos: “¿Cómo borrar 100 años de emisiones de carbono? Plantando árboles —montones de ellos”, titulaba National Geographic.

BBVA-OpenMind-Plantar árboles, estrategia controvertida contra el cambio climático-Reforestacion 2-Deforestación para plantación de palma aceitera. Crédito: Aidenvironment
Deforestación para plantación de palma aceitera. Crédito: Aidenvironment

Sin embargo, la reacción de la comunidad científica no fue tan entusiasta. La revista Science recibía cuatro comentarios independientes firmados por otros grupos de investigadores que cuestionaban seriamente las estimaciones del ETH. En la respuesta más multitudinaria al estudio, casi medio centenar de científicos de todo el mundo, liderados por el ecólogo de la Universidad A&M de Texas Joseph Veldman, alegaban que el cálculo de Bastin y sus colaboradores había sobrevalorado en cinco veces la capacidad de almacenamiento de carbono de esa hipotética nueva cubierta forestal, por tres razones: primero, el estudio original había subestimado la cantidad de carbono almacenada en los suelos no arbolados; segundo, no había tenido en cuenta que las copas de los árboles aumentan el calor solar absorbido respecto a muchas zonas no boscosas, sobre todo aquellas que suelen cubrirse de nieve; y tercero, el modelo propuesto había contado con arborizar sabanas y praderas nativas ancestrales, regiones que no pueden reforestarse porque nunca han estado forestadas, y que son vitales tanto para la salud de los ecosistemas como para las comunidades humanas.

“Bastin y sus colaboradores sobreestiman enormemente el potencial mitigador del cambio climático de la restauración forestal”, criticaba otro comentario encabezado por Pierre Friedlingstein, de la Universidad de Exeter. “La proclama de que la restauración global de bosques es nuestra solución más efectiva contra el cambio climático es, simplemente, científicamente incorrecta y peligrosamente engañosa”. Por su parte, Veldman y sus coautores escribían que la restauración ecológica puede ayudar, pero que “no sustituye el hecho de que la mayoría de las emisiones de combustibles fósiles deberán parar”, y que más bien debería “priorizarse la conservación de ecosistemas biodiversos e intactos, con independencia de que contengan un montón de árboles”.

BBVA-OpenMind-Plantar árboles, estrategia controvertida contra el cambio climático-Reforestacion 3-La publicación de un estudio en Science en 2019 avalaba el poder de la reforestación en la lucha contra el cambio climático. Crédito: Hillebrand Steve, U.S. Fish and Wildlife Service
La publicación de un estudio en Science en 2019 avalaba el poder de la reforestación en la lucha contra el cambio climático. Crédito: Hillebrand Steve, U.S. Fish and Wildlife Service

Un ejemplo de cómo en ciertos casos plantar árboles puede dañar más que beneficiar la lucha contra el cambio climático son las praderas de tundra del Ártico. Allí la capa congelada del suelo, el permafrost, retiene una gran cantidad de carbono en forma de materia orgánica. La plantación de árboles elevaría la temperatura del suelo, fundiendo el permafrost y permitiendo que los microbios descompusieran ese sustrato, liberando a la atmósfera metano y CO2. Es por ello que dos científicos, Sergey Zimov y su hijo Nikita, crearon en Siberia el Parque del Pleistoceno, una reserva natural en la que pretenden recuperar las antiguas praderas de tundra que quedaron cubiertas por bosques cuando los grandes herbívoros se extinguieron. Para facilitar esa restauración, los Zimov aspiran a que algún día los científicos consigan desextinguir el mamut, una especie clave en aquellos antiguos ecosistemas.

Repoblación natural espontánea y más árboles entre árboles

A raíz de las críticas recibidas, Bastin y sus colaboradores publicaron una corrección a su estudio en la que aclaraban que no conocían “ninguna otra solución actual de reducción de carbono cuantitativamente tan grande en términos de captura de carbono” que la reforestación, sin por ello atribuir mayor importancia a esta estrategia que al recorte de emisiones y la conservación de los ecosistemas. El problema con la reforestación, escribe Gabriel Popkin en Science, es que “el entusiasmo y el dinero que fluye hacia las soluciones climáticas basadas en los bosques amenaza con dejar atrás la ciencia”. Es decir, que la idea no es tan sencilla como simplemente llenar el mundo de árboles, y que antes los estudios deben determinar cuáles son las soluciones óptimas que permitan explotar al máximo el potencial de la reforestación sin causar más daño que beneficio.

A este respecto, Popkin cita dos estudios de reciente publicación. En el primero de ellos, aparecido en Nature, Susan Cook-Patton, de The Nature Conservancy, y un amplio equipo internacional analizan el potencial de acumulación de carbono de áreas deforestadas donde podría permitirse el crecimiento natural de nuevos bosques sin alterar ecosistemas nativos ni ocupar tierras agrícolas. Esas superficies, que sumarían una extensión similar a la de Australia, podrían secuestrar la cuarta parte de las emisiones de combustibles fósiles durante los próximos 30 años, calculan los investigadores. La ventaja de este enfoque es que fomenta una mayor biodiversidad vegetal y animal con especies autóctonas. Sin embargo, el principal desafío estriba en que esos bosques nacientes a menudo son objetivo preferente de las talas y desbroces de terrenos. Como escribía el ecólogo de la Universidad de Napier Mark Huxham, “es mucho más fácil plantar semillas que que crezcan árboles”.

BBVA-OpenMind-Plantar árboles, estrategia controvertida contra el cambio climático-Reforestacion 4-Reforestación en Burkina Faso. Fuente: Wikimedia
Reforestación en Burkina Faso. Fuente: Wikimedia

Junto a la repoblación natural espontánea, otra posible opción es plantar más árboles entre los árboles. Esta es la propuesta del equipo del Departamento de Agricultura de EEUU dirigido por Grant Domke y publicada en PNAS. Según los autores, los bosques de EEUU actualmente secuestran el 14% de las emisiones anuales de CO2, pero el 16% de esas extensiones albergan menos del 35% de la masa forestal que podrían sostener. Rellenando esos bosques al máximo de su capacidad, estiman los investigadores, ese volumen de almacenamiento de carbono podría incrementarse en casi un 20%. También en este caso hay objeciones: incluso si fuera viable plantar 16.000 millones de árboles al año, como requeriría esta estrategia, los bosques resultantes, más tupidos, serían más vulnerables a incendios masivos como los que actualmente están arrasando amplias regiones de California.

Por todo ello, y siempre bajo la premisa de que debe dejarse a la ciencia hacer su trabajo para determinar cómo y dónde la reforestación puede aportar su granito de arena contra el cambio climático, los expertos advierten de que estas propuestas nunca deben servir como mero greenwashing de las corporaciones y distraer la atención del frente principal de esta batalla, el imprescindible recorte drástico de las emisiones. En palabras de Karen Holl, experta en ecología de la reforestación de la Universidad de California en Santa Cruz, “no podemos plantar un camino para salir del cambio climático”.

Javier Yanes

@yanes68

Comentarios sobre esta publicación

El nombre no debe estar vacío
Escribe un comentario aquí…* (Máximo de 500 palabras)
El comentario no puede estar vacío
*Tu comentario será revisado antes de ser publicado
La comprobación captcha debe estar aprobada