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16 abril 2020

Los otros efectos del coronavirus: ¿habrá un impacto medioambiental?

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Es innegable que la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, va a dejar una huella profunda e imborrable en la humanidad. Pero ¿y en el resto del planeta? El confinamiento forzado o voluntario de buena parte de la población mundial, junto con el parón en innumerables actividades, sugiere una moderación del impacto humano sobre el medio ambiente sin precedentes en la historia reciente. Y aunque esta idea ya ha generado los inevitables bulos, como la falsa noticia de la aparición de delfines y cisnes en los canales de Venecia, lo cierto es que existen razones para considerar si notaremos un impacto de la actual crisis sobre el planeta en su conjunto.

Las emisiones descienden temporalmente, pero la contaminación total sigue creciendo

Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 y la introducción de las medidas de confinamiento, muchos ojos se han volcado hacia la evolución de los niveles de contaminación atmosférica en el planeta. En febrero, la NASA y la ESA publicaron imágenes de observación terrestre que mostraban un drástico descenso de la polución por dióxido de nitrógeno en los cielos de China, como consecuencia de la reducción en el transporte y la industria. Según la web británica Carbon Brief, en febrero las emisiones de CO2 en China se redujeron en una cuarta parte durante las cuatro semanas posteriores al Año Nuevo chino. Sin embargo, la progresiva vuelta a la normalidad está reduciendo este ahorro de emisiones, y los analistas temen que el impulso posterior de la actividad industrial anule por completo el efecto.

BBVA-OpenMind-Javier Yanes-Los otros efectos del coronavirus- impacto COVID medioambiente 2-Imágenes de observación terrestre que muestran el descenso de la polución por dióxido de nitrógeno en los cielos de China. Crédito: NASA
Imágenes de observación terrestre que muestran el descenso de la polución por dióxido de nitrógeno en los cielos de China. Crédito: NASA

A medida que las respuestas contra la pandemia han ido extendiendo por el mundo los confinamientos y el parón de la industria, las emisiones han caído en otros países. Carbon Brief vaticina que el coronavirus causará la mayor caída registrada en las emisiones globales de CO2, con un recorte estimado de 2.000 megatoneladas, o el 5,5% del total de 2019. Pero con todo, la entidad advierte de que el nivel de CO2 atmosférico continúa creciendo, y que seguiremos muy lejos de cumplir el objetivo de mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 °C, mientras no recortemos las emisiones al menos un 6% cada año en esta década.

El descenso en las emisiones puede salvar vidas

Aunque el recorte temporal de las emisiones sea solo una gota efímera en un vasto océano, incluso este efecto puede resultar beneficioso para la salud de muchas personas. La Organización Mundial de la Salud calcula que cada año la contaminación atmosférica mata a 7 millones de personas en todo el mundo, por enfermedad cardiovascular, infarto cerebral, cáncer de pulmón, enfermedades pulmonares obstructivas o infecciones respiratorias. Por lo tanto, incluso una reducción temporal de las emisiones puede aliviar la carga de mortalidad debida a este factor.

BBVA-OpenMind-Javier Yanes-Los otros efectos del coronavirus- impacto COVID mediambiente 3-Polución en Beijing, en China. Crédito: Kentaro IEMOTO
Polución en Beijing, en China. Crédito: Kentaro IEMOTO

Hay quienes incluso han puesto números. Según la estimación más conservadora del profesor de la Universidad de Stanford Marshall Burke, la mejora de la calidad del aire en China asociada a la pandemia ha podido salvar en dos meses 20 veces más vidas de las que han sucumbido al coronavirus, evitando la muerte de 1.400 niños menores de cinco años y 51.700 adultos mayores de 70. No se trata de un estudio científico publicado, sino de un cálculo presentado en un blog, pero Burke ha querido con ello lanzar una llamada de atención: “Esto no significa que las pandemias sean buenas, sino más bien que nuestro sistema económico en ausencia de pandemias es malo para la salud”.

La fauna reconquista los hábitats humanos

Ni los delfines han colonizado Venecia, ni los elefantes campan a sus anchas por las aldeas chinas. Pero dejando de lado el ansia de algunos usuarios de las redes sociales por atraer la atención de los demás inventando noticias falsas, lo cierto es que sí existen observaciones anecdóticas, pero verídicas, de fauna reconquistando los espacios humanos ahora vacíos: monos en Tailandia, ciervos en Japón, pavos salvajes en California, mapaches en Panamá e incluso un puma en Santiago de Chile.

El fenómeno es una réplica a pequeña escala de lo ocurrido en Chernóbil y Fukushima, lugares abandonados por los humanos debido a la contaminación radiactiva y que se han convertido por sí solos en valiosos santuarios para la fauna salvaje. Y aunque es previsible que los insólitos avistamientos de animales en ciudades por la crisis del coronavirus acaben con el fin de los confinamientos, los expertos acarician la posibilidad de efectos más a largo plazo si, por ejemplo, la fauna cruza las carreteras ahora desiertas para colonizar nuevas áreas.

Menos ruido de fondo, más sensibilidad para detectar terremotos

Uno de los casi inesperados efectos de los confinamientos lo están notando los geofísicos, los científicos que estudian fenómenos terrestres como los movimientos sísmicos. Según informaba Nature, algunos sismólogos ya han notado que sus aparatos de detección situados en la superficie y en áreas de gran población han registrado una caída de al menos una tercera parte en el ruido de fondo que habitualmente recogen, y que viene ocasionado por factores como el transporte y las industrias. 

BBVA-OpenMind-Javier Yanes-Los otros efectos del coronavirus- impacto COVID medioambiente 5Los aparatos de detección han registrado una caída del ruido de fondo en las áreas de gran población. Crédito: LaMons
Los aparatos de detección han registrado una caída del ruido de fondo en las áreas de gran población. Crédito: LaMons

Según explicaba Thomas Lecocq, del Real Observatorio de Bélgica en Bruselas, un silencio como este solo se observa normalmente el día de Navidad. Otros observatorios han registrado también un menor ruido de fondo, lo que permitiría detectar terremotos más débiles y vigilar la actividad volcánica con mayor precisión. Aunque obviamente se trata de un efecto transitorio que desaparecerá cuando el mundo vuelva a la normalidad, al menos en este periodo los detectores sísmicos de superficie alcanzarán una sensibilidad comparable a la de aquellos enterrados a gran profundidad.

¿Regulaciones más estrictas de conservación y tráfico de especies?

Frente a la esperable fugacidad de casi todos los impactos anteriores, si un beneficio más duradero podría extraerse de esta gran tragedia humana no sería por nuestra inacción, sino lo contrario, por la acción definitiva contra problemas urgentes. Durante años y años, innumerables expertos llevan advirtiendo de que la destrucción de los ecosistemas naturales y el comercio de fauna salvaje no solo son una amenaza para la biodiversidad, un factor clave de la salud del planeta, sino también para nuestra propia salud. La COVID-19 es una enfermedad zoonótica, como lo han sido muchas otras antes, y nuevos virus continuarán saltando de animales a humanos si no ponemos un mejor orden en nuestra relación con el medio natural.

BBVA-OpenMind-Javier Yanes-Los otros efectos del coronavirus- impacto COVID medioambiente 6 Las autoridades chinas han introducido normas más restrictivas sobre el comercio y el consumo de fauna salvaje. Crédito: Dan Bennett
Las autoridades chinas han introducido normas más restrictivas sobre el comercio y el consumo de fauna salvaje. Crédito: Dan Bennett

La pandemia del coronavirus ha impulsado a las autoridades chinas a introducir normas más restrictivas sobre el comercio y el consumo de fauna salvaje. La ciudad de Shenzhen ha dictado una prohibición permanente, pero las medidas generales adoptadas en el país han sido criticadas por algunos científicos chinos, ya que, por ejemplo, los usos medicinales continuarán siendo legales. Como escribía en The Conversation el profesor de la Universidad Anglia Ruskin Simon Evans, “habrá pocas cosas buenas que extraer del coronavirus. Pero la pandemia global debería ser un momento importante en los intentos de abordar el comercio ilegal de fauna”. Más aún teniendo en cuenta el riesgo, anunciado por diversos expertos, de que la caída de los ingresos turísticos a causa de la pandemia en regiones como el continente africano impulse a las comunidades locales a intensificar la caza furtiva como medio de supervivencia.

Javier Yanes

@yanes68

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