Nada por aquí, nada por allá… Pero, evidentemente, siempre hay algo. La magia juega a engañarnos, incluso a hacernos creer que es real. Y así como los practicantes de esta mezcla de arte y espectáculo utilizan principios científicos para confundirnos con ilusiones sorprendentes, gracias al ilusionismo hoy la ciencia aprende los entresijos de nuestra mente.
Javier Yanes
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