El año pasado, las noticias falsas o fake news han constituido un tema candente, pero la mayor parte del debate se centró en las noticias de carácter político. Si bien esto resulta indudablemente importante, la preocupación aumenta cuando se disemina deliberadamente información incorrecta en áreas tales como el cuidado de la salud.
Esta cuestión fue examinada en un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad del Sur de California, que exploraron cómo se emplearon cuentas robóticas para difundir información incorrecta sobre los cigarrillos electrónicos.
Información fiable
Los investigadores examinaron más de 2,2 millones de tweets relacionados con el cigarrillo electrónico durante un periodo de 5 meses. Además, los autores creen que su trabajo constituye el primer estudio de esta clase. El análisis efectuado permitió averiguar que, en comparación con los usuarios humanos, los robots tenían el doble de posibilidades de promocionar tanto los productos relacionados con los cigarrillos electrónicos, como la noción de que podían ayudar a las personas a dejar de fumar.
“Los robots sociales pueden propagar consejos sobre la salud que no han sido demostrados científicamente”, afirman los autores. “Los especialistas aún están discutiendo si los cigarrillos electrónicos constituyen herramientas útiles para dejar de fumar, pero ciertos estudios demuestran que los productos químicos de los líquidos que se utilizan en los cigarrillos electrónicos para generar vapores resultan dañinos. Los científicos aún están intentando comprender si los vapores dañan el sistema respiratorio y cardiovascular. Conclusión: las mentiras online pueden influir en el comportamiento en el mundo real”.
Si bien las pruebas que existen en relación con los cigarrillos electrónicos tiene un carácter mixto, constituyen un producto ciertamente popular, con datos que sugieren que constituyen el producto relacionado con el tabaco más utilizado entre los adolescentes y que, aproximadamente, el 59 % de los usuarios adultos también fuma tabaco tradicional.
“Bot or not bot”
El equipo distingue a los robots de los seres humanos analizando su comportamiento, ya sea en términos del número de retweets y menciones, o de la proporción de seguidores respecto a las personas que son seguidas y la clase de contenido que publicaban.
Por ejemplo, se puso de manifiesto que era mucho más probable que los robots utilizaran hashtags junto con posts revelando cómo las personas lograron dejar de fumar con la ayuda del uso de cigarrillos electrónicos.
Sin embargo, cuando los usuarios humanos utilizaban hashtags estaban más comúnmente asociados a comportamientos, a identidades y a la comunidad que ha surgido en torno a la cultura del vaping.

“El uso de estos hashtags puede servir para una posterior internalización de las identidades relacionadas con el vaping, así como para los vínculos sociales en torno a dicha cuestión“, afirman los autores.“Asimismo, estos hashtags sugieren que los análisis del vaping pueden tener repercusión en Twitter, donde las ideas y las creencias son amplificadas por parte de aquellos que participan en la red, normalizando el vaping”.
Los investigadores esperan que sus descubrimientos ayuden a alertar a los funcionarios de la sanidad pública acerca de la forma en que los mensajes se comunican en la red. Por ejemplo, un estudio de hace algunos años destacó la importancia que tienen los nodos de influencia en la diseminación de la información.

Por tanto, es obvio que hay mucho trabajo que hacer, pero lo que resulta meridianamente claro es que se está produciendo una batalla para garantizar que la información que la gente recibe sea verdadera y fiable y, en este sentido, la influencia de las redes sociales resulta incuestionable, no solo en relación a temas como fumar, sino en todo el espectro informativo.
“Hay muchas elecciones insanas que los robots sociales pueden promover, y nuestras investigaciones futuras se centrarán en otras áreas tales como las camas de bronceado, los suplementos dietéticos, las dietas que se ponen de moda, o las bebidas azucaradas”, concluye el equipo.“La gente debe ser consciente de la existencia de estas cuentas fraudulentas en las redes sociales y es preciso implementar campañas de salud pública para contrarrestar los comportamientos insanos más peligrosos que dichos robots están fomentando”.
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Adi Gaskell
Un explorador en innovación situado en Londres
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