Elaborado por Materia para OpenMind Recomendado por Materia
3
Inicio Adaptación al cambio climático a nivel “glocal”
23 junio 2014

Adaptación al cambio climático a nivel “glocal”

Tiempo estimado de lectura Tiempo 3 de lectura

«Nadie comete un error más grande que quien no

hace nada, porque sólo puede hacer poco»

Edmund Burke.

 

En los últimos decenios, el tema del cambio climático ha captado la atención de muchos, bien sea por temor a una “crisis apocalíptica”, un interés económico-político o simplemente un muy sano apego por nuestro querido y -único- hogar: La Tierra.

No es entonces de sorprenderse, que mucho se haya hablado últimamente del tema. Investigaciones, estudios, organizaciones, jóvenes, científicos, empresas, grupos étnicos, universidades… en general, un sinfín de personas, asociaciones y reportes han salido a la luz pública a dar la cara por tratar de comprender cuál será el escenario más probable de nuestro planeta.

Existe una probabilidad inmensa de que el cambio climático actual, este siendo originado por nuestra terrible visión de un mundo “ilimitado” de recursos. De hecho, es oportuno recordar que la más reciente contribución del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), señaló en el 2013 que el 95% de nuestras acciones responden al origen del cambio climático; es decir, queda claro entonces que esta era antropocénica, ha traído como consecuencia un cambio sin precedentes del clima mundial.

A pesar de todo ello, seguimos usando la tendencia de que la sostenibilidad  planetaria de diversidad natural está aquí para quedarse de acuerdo a nuestros intereses. Y lamentablemente, eso no es así. El planeta poco a poco se va desintegrando. Como un ser vivo, va encontrando sus debilidades y vulnerabilidades. Es un ser muy delicado para los grandes retos que tiene que enfrentar. Y con él, nos vamos nosotros. Debido a la contaminación, la deforestación y el uso de armas químicas, no solo destruimos nuestros hábitats, sino también nuestras vidas.

El desafío que se plantea frente a nuestros ojos es inmenso y sería muy factible y no tan descabellado, referirnos a un colapso mundial. Esto último, traería graves dificultades no solo a las grandes ciudades del mundo, sino también a esos pequeños rincones del planeta, que aún guardan un estilo de vida sano y en armonía con el medio ambiente. Para poder aminorar estos efectos, debemos actuar de forma “glocal”, es decir, global y local.

Sin duda alguna, han sido muy numerosos los proyectos y programas que han surgido desde las mismas comunidades (urbanas y rurales) respecto al tema de la adaptación al cambio climático. La gente se encuentra en alerta por este fenómeno, ya que desde hace algunos años (y cada vez, con mayor frecuencia y magnitud) se notan y se sienten los efectos de este tremendo desafío para la sociedad actual.

De acuerdo a las últimas encuestas , en las principales ciudades del mundo (incluyendo a Estados Unidos), las personas reconocen al cambio climático como una especie de “talón de Aquiles” para el debido desarrollo del planeta y las sociedades, y están dispuestos a hacer algo por ello. La gente cree en el cambio climático y los escépticos han reducido su número casi a cero.

La preocupación dominante se centra en mitigar el problema y adaptarnos a los cambios próximos. Recientemente, hemos podido evidenciar que el empoderamiento de las comunidades ha sido vital para que desde niveles locales, se vaya creando una nueva cultura y modelo de desarrollo hacia el entorno. Representa un proceso lento, -eso es verdad-, pero tiene grandes ventajas ante un mundo cada vez más convulsionado.

Prepararnos para hacer frente a los desastres naturales es una de las primeras opciones que la mayor parte de las comunidades debe tomar en cuenta, bien sea con el apoyo del sector público o privado. Esto, sin duda alguna, ayudará a reducir los niveles de pobreza y desequilibrio en el mundo.

La adaptación es un proceso que requiere mucho compromiso por parte de una gran variedad de participantes, colaborando a múltiples sectores. La integración de la adaptación al cambio climático en los proyectos de reducción de la pobreza aumenta la sostenibilidad de los impactos, especialmente en áreas como la agricultura, el agua y la salud.

Actualmente, a nivel mundial contamos con programas capaces de subrayar políticas nacionales, regionales y locales a favor de la adaptación al cambio climático, incluyendo la protección de ecosistemas, recursos hídricos, zonas costeras, agricultura y silvicultura; permitiendo así, mejorar las condiciones de vida de las poblaciones y optimizando su capacidad de adaptación para el presente y futuro.

Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer. La adaptación al cambio climático representa aún hoy en día, una gran cantidad de retos para las comunidades, entre ellas: incertidumbres científicas, capacidad de acciones y métodos de financiamiento.

No puede haber ninguna excusa. El planeta no las necesita. Nosotros, como “sociedad pensante” debemos tomar cartas en el asunto antes de que sea muy tarde. Lo he mencionado muchas veces ya, pero no me cansaré de repetirlo: nuestra generación será la única responsable de cambiar el rumbo de nuestro planeta, es la única que puede lograr cambios positivos para podernos adaptarnos  (lo mejor posible) a las consecuencias de este desafío “glocal”.

 

Maria Eugenia Rinaudo

Licenciada en Estudios Ambientales y Especialista en Gestión Ambiental

Comentarios sobre esta publicación

El nombre no debe estar vacío
Escribe un comentario aquí…* (Máximo de 500 palabras)
El comentario no puede estar vacío
*Tu comentario será revisado antes de ser publicado
La comprobación captcha debe estar aprobada