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29 enero 2021

¿Llevaremos una vida “no presencial” tras la pandemia?

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La Paris Fashion Week se ha celebrado de nuevo este enero en formato virtual, desde que en 2020 la pandemia de COVID-19 obligó a esta y otras grandes citas del mundo de la moda, habitualmente eventos sociales de resonancia internacional, a recurrir únicamente a los vídeos y las presentaciones online. Es una muestra más de cómo el coronavirus SARS-CoV-2 ha transformado la vida en televida, una versión en pantalla de lo que solían ser todos nuestros ámbitos de socialización, desde los íntimos y privados hasta los más multitudinarios. Pero a medida que las vacunaciones avanzan y comenzamos a soñar con un futuro fin de la pandemia, ¿cuánto perdurará de esta vida no presencial una vez que el virus haya sido doblegado, y cómo afectará a la organización de nuestras sociedades?

Reuniones de amigos y familiares por Zoom, FaceTime, Skype o Google Meet. Aulas digitales y teletrabajo. Viajes de negocios cancelados. Conciertos online, espectáculos deportivos sin público, conferencias y congresos a distancia, visitas virtuales a museos y exposiciones; incluso viajes virtuales —si bien en este caso se trata más de una herramienta de promoción de destinos que de una alternativa real. Todo ello se ha convertido en un signo de los tiempos que no esperábamos ni demandábamos, pero que han venido obligados por la urgencia de la pandemia. 

BBVA-OpenMind-Materia-Llevaremos una vida virtual o presencial tras pandemia-2-Las reuniones virtuales de amigos y familiares se han convertido en un signo de los tiempos. Fuente: Pixabay
Las reuniones virtuales de amigos y familiares se han convertido en un signo de los tiempos. Fuente: Pixabay

Por todo ello no es de extrañar que, entre las tecnologías más relevantes a vigilar durante este 2021, se haya destacado un previsible boom de los dispositivos y aplicaciones destinadas a facilitar la interacción virtual a todos los niveles. La realidad virtual (RV), o entornos digitales simulados, y la realidad aumentada (RA), que añade información a la visualización del mundo, han formado parte de nuestras nuevas tecnologías de consumo durante años, pero hasta ahora solo habían encontrado una fuerte implantación en el sector del ocio, sobre todo en el gaming. Ahora, pronostican los expertos, asistiremos a un despegue de la realidad mixta (RM), que combina los mundos real y virtual, y en un sentido más amplio a la realidad extendida (RX), que contempla todas las interacciones humano-máquina implicadas, incluyendo aquellas que puedan derivarse de futuras tecnologías hoy aún no disponibles.

El nomadismo digital

Este crecimiento de la virtualidad estará presente en casi todos los aspectos de nuestra vida, pero sin duda donde la pandemia aceleró la necesidad de una transición brusca y rápida fue en el mundo académico y el laboral. En lo que se refiere al teletrabajo, en España un informe de la EAE Business School estimó que la COVID-19 disparó el número de compañías con personal trabajando desde casa de un 4% antes de la crisis a un 88%. La expansión del trabajo a distancia también está impulsando el fenómeno del llamado nomadismo digital, sobre todo personas jóvenes y sin familias a su cargo que trabajan en remoto viajando por el mundo.

Con este impulso obligado por la pandemia, no pocos expertos auguran que el teletrabajo ha venido para quedarse. Según Susan Hayter, asesora técnica de la Organización Internacional del Trabajo de Naciones Unidas, el teletrabajo era ya una tendencia, pero la pandemia ha hecho que “ese futuro haya llegado más pronto de lo anticipado”. “Unas pocas grandes compañías en las economías desarrolladas ya han dicho que lo que ha sido un gran ensayo piloto no planificado, el teletrabajo remoto, se convertirá en la manera estándar de organizar el trabajo”, de modo que “los empleados ya no necesitarán desplazarse para trabajar, a menos que elijan hacerlo”.

BBVA-OpenMind-Materia-Llevaremos una vida virtual o presencial tras pandemia-3-La expansión del trabajo a distancia está impulsando el nomadismo digital, personas que trabajan en remoto viajando por el mundo. Fuente: Pexels
La expansión del trabajo a distancia está impulsando el nomadismo digital, personas que trabajan en remoto viajando por el mundo. Fuente: Pexels

Para Hayter, “esto puede ser algo a celebrar, para la gente y el planeta”, ya que reducir los desplazamientos redundará en una mayor sostenibilidad ambiental. Sin embargo, advierte también de que en los países desarrollados aún solo el 27% de los empleados puede teletrabajar, y de que esta conversión plantea nuevos retos, como el derecho a la desconexión para separar trabajo y descanso o la mejora de las condiciones de sanidad y seguridad en los centros de trabajo para quienes no puedan ejercer esta modalidad, o simplemente prefieran combinarla con la clásica: según una encuesta de la plataforma de comunicación de negocios Slack, el 72% de los profesionales consultados opta por un modelo híbrido. 

Con el fin de afrontar los retos y facilitar una mayor implantación del teletrabajo post-COVID, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha solicitado a los gobiernos un fomento de la inversión “para maximizar la ganancia en productividad y bienestar inherente a la mayor extensión del teletrabajo”. Mientras, grandes consultoras como McKinsey, Deloitte o PwC trabajan en impulsar esta transformación del trabajo, con atención a aspectos como la productividad o la ciberseguridad para garantizar su sostenibilidad. 

Ciberseguridad y asistencia sanitaria virtual

En especial, la ciberseguridad es un aspecto de la telepresencia que no solo preocupa a las empresas, sino también a los usuarios privados. Al comienzo de la pandemia la herramienta de videochat Zoom se alzó como la opción mayoritaria para los encuentros virtuales en todo el mundo; pasó de contar con 10 millones de usuarios diarios en diciembre de 2019 a superar los 300 millones en abril de 2020. Este explosivo crecimiento dio ocasión a la aparición de fallos de seguridad y casos de robo de datos a los que la compañía reaccionó con actualizaciones, pero que también obligaron a los usuarios a adaptarse rápidamente para extremar las precauciones en sus encuentros online. Es evidente que un futuro fin de la pandemia nos devolverá al cara a cara con amigos y familiares, pero también parece probable que las herramientas de videochat aumenten el contacto con aquellos que se encuentran lejos.

BBVA-OpenMind-Materia-Llevaremos una vida virtual o presencial tras pandemia-4-La teleasistencia sanitaria hoy incluye opciones como la videoconsulta o la monitorización remota de los pacientes. Crédito: Intel Free Press
La teleasistencia sanitaria hoy incluye opciones como la videoconsulta o la monitorización remota de los pacientes. Crédito: Intel Free Press

La asistencia sanitaria es otro ámbito que ha crecido en sus versiones virtuales a causa de la pandemia: las videoconsultas del servicio médico de la West Virginia University (WVU) aumentaron un 8.000% de enero a abril de 2020. La teleasistencia sanitaria hoy incluye opciones como la videoconsulta, la monitorización remota de los pacientes mediante dispositivos y las herramientas de comunicación y gestión de datos, tanto para el paciente como para el profesional. Es probable que el miedo al coronavirus haya empujado a muchos usuarios a buscar la teleasistencia, pero también que esta sea una tendencia destinada a quedarse, sobre todo a medida que aumenta la implantación de RA y RV. Según la profesora de la WVU Jennifer Mallow, experta en teleasistencia, “no toda la atención sanitaria puede hacerse a distancia, pero mucha sí, y la investigación muestra que en muchos casos es tan buena como la asistencia en persona”.

Nuevas exploraciones culturales

La cultura y el espectáculo también han explotado las posibilidades de las plataformas virtuales. En lugar de restringirse solo a la emisión de eventos grabados o en streaming en vivo, una opción elegida para numerosos conciertos o presentaciones de trabajos musicales, también se han montado producciones interactivas online con participación de la audiencia, inventando nuevas experiencias inmersivas y personalizadas que solo son posibles por medio de la tecnología. Aunque algunos expertos consideran que el teatro digital es solo un apaño temporal, un mal sucedáneo que desaparecerá después de la pandemia, en cambio otros vaticinan que estas nuevas exploraciones “nacidas de la necesidad” son una oportunidad de repensar el teatro” y “deberían conformar su futuro”. Esto es lo que escribía en The Conversation Kelsey Jacobson, profesora de arte dramático de la Queen’s University de Ontario.

En definitiva y según reflexionaba en su blog la bióloga y empresaria india Kiran Mazumdar-Shaw, presidenta de la multinacional biotecnológica Biocon, la nueva normalidad después de esta pandemia posiblemente sea diferente a la que conocíamos antes. Volveremos a sentarnos cara a cara, pero quizá los viajes de negocios, las reuniones presenciales de trabajo, las visitas al banco o incluso los apretones de manos “serán cosa del pasado”. “La COVID-19 reiniciará el mundo hacia una realidad virtual”, escribía. Pero depende de nosotros evitar un futuro distópico: “Al final, la gran lección que la COVID-19 puede enseñar a la humanidad es que todos estamos en esto juntos, que lo que afecta a una sola persona en cualquier lugar nos afecta a todos en todas partes, que como Homo sapiens necesitamos pensar y actuar unidos”. 

Javier Yanes

@yanes68

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