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24 noviembre 2014

Sobre el desarrollo moral de las personas

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Con frecuencia nos preguntamos ¿por qué el mal proceder de algunas personas, desde el punto de vista ético? Aquí trataremos de encontrar alguna explicación a esta cuestión, así como analizar su trascendencia tanto para la sociedad, como para las organizaciones y las mismas personas.

Para comenzar sería bueno partir de la definición de ética que nos da el Dr. Kidder: “Obedience to the unenforceable”, o sea “Obediencia a lo no obligatorio”. De aquí se puede desprender que cuando se cumple con lo obligatorio se está en el plano legal, obligatorio o heterónomo. La norma o estándar nos llega impuesta por alguien distinto a nosotros. Pueden proceder de los que lo formaron a uno, la familia o la comunidad y aun lo impuesto por la ley. Si alguien cumple de esta manera, será una buena persona, pero no está dando el paso definitivo hacia el nivel ético, ya que le falta dar el salto al plano voluntario o autónomo.

Al respecto Velasquez dice que la ética es la disciplina que examina los estándares morales personales o los estándares morales de una sociedad. Y agrega: Una persona comienza a aplicar la ética cuando toma los estándares morales que ha asimilado a partir de la familia, la iglesia y los amigos, y se pregunta: ¿qué implican estos estándares para las situaciones en las que me encuentro?, ¿en realidad, tienen sentido estos estándares?, ¿por qué debo continuar creyendo en ellos?

La respuesta que surge a esta pregunta se puede conseguir desde el estado Adulto del yo, como lo enseña el Análisis Transaccional (AT). En él se  explica que el paso definitivo se da cuando se cuestionan los estándares morales desde una posición de autonomía y libertad, que implica la madurez del adulto comprometido con la construcción de un mundo mejor. Así estos estándares o valores son asimilados y puestos en práctica de una manera voluntaria, en lo que sería el recorrido que hace una persona en su desarrollo moral.

BBVA-OpenMind-Kohlberg-seis-etapas-2Para tratar de entender lo que sucede durante dicho desarrollo, podemos apreciar en el siguiente cuadro el planteamiento que hace el psicólogo norteamericano Lawrence Kolhberg (1927-1987). Este recorrido implica ir de la obligatoriedad – heteronomía hacia la autonomía.

BBVA-OpenMind-Kohlberg-seis-etapas
Fuente: Elaboración propia en base a Power, Higgins y Kolhberg

En este cuadro es posible apreciar la manera en que Kolhberg plantea el desarrollo moral en las personas. Este asunto lo podemos ‘comparar’ al hecho de arrojar una piedra en un estanque, en donde la piedra es la persona misma.

  • En el nivel 1. pre-convencional, etapa 1 Heterónoma, el niño es eminentemente egoísta y hará todo lo posible para disfrutar el placer y eliminar el dolor. Está en una etapa moral muy incipiente. Se portará bien por pura conveniencia, para que no lo castiguen. Ahí se comienza el viaje moral. Algunos no pasan de ahí, y otros ni siquiera lo comienzan.
  • En el mismo nivel 1, pero en la etapa 2, la piedra al caer en el agua ha producido un primer círculo. Éste es el inmediato al niño, y se refiere a las personas más cercanas, como mamá y quienes lo educan. A ellos tratará de agradar con su comportamiento, para ser premiado y alabado como un niño que se porta bien. En esta etapa ya se supone un pequeño avance en el desarrollo moral. Muchas personas avanzan a esta segunda etapa.
  • En el nivel 2. Convencional significa que se hace un viraje  hacia el ‘otro’, dando así comienzo el altruismo. En la etapa 3 las ondas de la piedra caída al estanque ya han hecho un círculo más amplio. Ahora abarcan a la familia, compañeros de escuela o del trabajo, de tal manera que el individuo trata de asimilar los valores de ellos. Aquí ya se aprecia un nivel de desarrollo moral más avanzado. Empieza a cuestionarse los estándares morales transmitidos por la familia y la sociedad, y adopta los del grupo.
  • En este mismo nivel 2, pero en la etapa 4, la onda ha viajado más lejos. Se empieza a regir el individuo por los valores de un grupo más amplio, buscando mantener a la ‘institución’ como un todo, evitando que se fracture el sistema, ‘si todos lo llegaran a hacer’. Las leyes de la nación son para cumplirse, a no ser que vayan contra la conciencia. El desarrollo moral de la persona es ya mayor. Es difícil llegar a este nivel de desarrollo moral, pero algunos lo logran. El nivel de cuestionamiento de los estándares morales es muy fuerte y empieza a definirse con claridad aquellos que adopta desde su estado Adulto del yo.
  • El nivel 3. Post-convencional, etapa 5 del contrato social, es un momento del desarrollo moral difícil de alcanzar. Significa darse cuenta de la variedad de valores que sustentan los distintos grupos sociales aunque, sin embargo, deben prevalecer los valores universales que sustentan la vida social, como la justicia, la libertad y el derecho a la vida. Ya se empieza a vivir con la intención de contribuir a la construcción, no del ‘otro’ de manera aislada, sino de la comunidad de personas. El grado de desarrollo moral es muy elevado. Esto hace que muy pocas personas lleguen a él.
  • En el nivel 3, etapa 6 es el más alto del desarrollo moral. Llamado “de los principios éticos universales”,  el grado de autonomía llega a su máxima expresión. Aquí no se actúa por obligación, sino con total convencimiento de que esos valores son los que sirven para la construcción de la utopía que mueva a cada uno: ‘Un Mundo Mejor’, ‘El Reino de Dios’, ‘Una sociedad más justa’, etc.

Es importante conocer esta graduación del desarrollo moral de las personas, principalmente para que uno mismo se pueda ubicar en el nivel y etapa en los que se encuentra. Se hace la advertencia de que no vale autocalificarse y pensar que está uno en las últimas etapas, ya que esas son para las personas que practican las virtudes en grado heroico, como Mahatma Gandhi, la Madre Teresa de Calcuta, Martin Luther King, etc.

En base al conocimiento de estos niveles y etapas podrá uno identificar a las personas que lo acompañan en la vida, y así tomar decisiones apropiadas. Digamos que un gerente, conociendo algunos aspectos del desarrollo moral de su personal, hará el diseño organizacional en cuanto a la estructura, procesos y cultura,  acordes a las características de su gente. Para personal heterónomo diseñará una estructura vertical con unos procesos de control cerrados y habrá una supervisión intensiva. Para personal con cierto grado de desarrollo moral, puede proponer una organización flexible, con controles abiertos y en la que se incube la creatividad y responsabilidad del personal.

Ahora bien, Kolhberg proponía que cuando se identifiquen personas que estan en una etapa inferior, se les incluya en grupos de personas en una etapa más alta, para que les sirva de ejemplo e impulso en su desarrollo moral.

Es indudable que el pensamiento humano a través de la historia ha tratado de encontrar una respuesta a la pregunta de ¿por qué el mal proceder del hombre?, y así es posible encontrar a filósofos, moralistas, teólogos, antropólogos, sociólogos, psicólogos, etc., quienes van en pos de una respuesta desde sus respectivas disciplinas. En estas líneas encontramos una explicación a partir del modelo del psicólogo Lawrence Kolhberg, quien muestra cómo el hombre adquiere un desarrollo moral y se comporta acorde con ciertos valores que vive desde una imposición externa o heterónoma, o los hace suyos de forma autónoma.

Ahora bien, al observar los extremos de la maldad que se ve actualmente,  se pregunta uno si esas personas iniciaron el camino del desarrollo moral, o más bien, ni siquiera tuvieron la oportunidad en la vida de llegar a la primera etapa de la heteronomía y se estancaron antes. Parece aplicar aquí el dicho anónimo de que: “Dios ha impuesto límites obvios a la inteligencia humana, pero absolutamente ninguno a nuestra estupidez”.

El conocimiento de estos planteamientos, y a partir de ellos tomar decisiones oportunas, servirá en el intento de conseguir una sociedad más justa o una organización que sea ética y productiva, y tenga más posibilidades de perdurar en el tiempo.

Fernando Menéndez González

Universidad Iberoamericana (UIA)

Referencias:

Clark Power, F., Higgins, Ann y Kohlberg, Lawrence, Lawrence Kolhberg’s approach to moral education, New York, Columbia University Press, 1989.

Shays, E.M. Obedience to the Unenforceable. Journal of Management Consulting, 9(2), 1996,  p. 42-43.

Velasquez, Manuel G., Ética en los negocios, Conceptos y casos, séptima edición, México, Prentince Hall, 2012.

Ibid.

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