En 1906, el psiquiatra alemán Alois Alzheimer describió el primer caso de la enfermedad que lleva su nombre: era una mujer de 51 años, llamada Auguste Deter, que presentaba pérdidas de memoria, confusión y pasaba horas gritando durante la noche. Hoy son 35 millones de personas las que viven con alzhéimer, una enfermedad incurable y terminal. El científico Jesús Ávila lleva 20 años estudiándola, con ratones transgénicos que sirven como modelo de esta demencia y que se pueden utilizar para probar posibles fármacos. Ávila, Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal, es director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas.
Alois Alzheimer describió la enfermedad hace más de un siglo y todavía no tenemos fármacos contra ella.
El gran problema que ha habido es que es una enfermedad silenciosa. Cuando se diagnostica ya es demasiado tarde. El objetivo ahora es prevenirla como sea. Se buscan marcadores muy tempranos para detectarla y evitar su desarrollo. Los estadounidenses dicen “the earlier, the better”, cuanto antes, mejor.
Ahora mismo, aunque hubiera un diagnóstico temprano, no hay nada que hacer.
Se está intentando. El diagnóstico más temprano se puede dar en un tipo de alzhéimer, el de origen familiar, muy poco abundante, que supone alrededor del 1% de los casos. Aquí sabemos que la causa es una mutación en tres genes, en cualquier de ellos. Sabemos que si la persona con esa mutación vive el tiempo suficiente, va a tener la enfermedad seguro.
Hay determinadas regiones en el mundo, y una de ellas es Antioquía, en Colombia, donde hay familias que tienen la misma mutación. Suelen tener muchos hijos, así que hay muchos afectados. Lo que ya se está haciendo es probar tratamientos preventivos unos cinco o diez años antes de que empiece la enfermedad, para ver si tienen resultados positivos. Los estudios han empezado hace casi dos años, así que todavía es muy temprano para decir si los fármacos son adecuados.
Algunos expertos calculan que un 50% de los niños nacidos en 2014 podrían cumplir los 100 años. ¿Qué implicaciones tendría este envejecimiento?
El gran problema es que, en lo que conocemos como el Primer Mundo, la gente tiene cada vez menos hijos y vive más, gracias a la mejora de la medicina. Si se mantiene los niveles excelentes de la medicina, vamos a tener una población muy grande de gente centenaria. Eso implica, desde el punto de vista de la enfermedad de Alzheimer y de otros problemas neurodegenerativos, un cierto problema. Los tres grandes problemas que hay en la sociedad a nivel sanitario son el cáncer, los problemas cardiovasculares y la neurodegeneración. Pero mientras que los problemas cardiovasculares y el cáncer están llegando a una especie de estado estacionario, en el caso de la enfermedad de Alzheimer siguen aumentando exponencialmente. Y el mayor riesgo es ser anciano. Ahora se calcula que hay 35 millones de casos de alzhéimer en todo el mundo, pero en 2050 puede haber 115 millones. Está aumentando muchísimo y no vamos a tener suficientes cuidadores para mantener a esta población. Este es el gran reto.
Dice que la probabilidad de sufrir alzhéimer es muy grande. ¿A qué se refiere?
Si vas a vivir 80 años, puedes tener una probabilidad del 30% o más.
Se puede decir que uno de cada tres octogenarios tendrá alzhéimer.
Puede tener alzhéimer u otro tipo de demencia. Hay países en los que esto se está intentando controlar más. El presidente Obama está sacando un proyecto para estudiar el cerebro y uno de sus objetivos es evitar este tipo de problemas neurodegenerativos. En Inglaterra, David Cameron puso en marcha otro proyecto. Y Sarkozy, en Francia. En España, la persona del Estado que se está preocupando más, aunque no parezca muy usual, es a lo mejor Su Majestad la Reina, que está buscando centros para enfermos de alzhéimer. Algunas personas poderosas se están dando cuenta de que esto es un gran problema. Esperemos que el número de estas personas que pueden hacer algo por sus congéneres sea cada vez mayor y se trabaje más sobre este aspecto.
Las asociaciones de afectados dicen que el cuidado a los enfermos en España supone 24.000 millones de euros. ¿Se está invirtiendo suficiente en la investigación de esta enfermedad,?
Evidentemente tiene un impacto fundamentalmente humano y sociológico. Yo no sé si esas cifras son correctas o no, pero no me extrañaría que el gasto estuviera dentro de ese orden. Un infarto es un problema agudo. El problema de la enfermedad de Alzheimer es que es un problema crónico, que puede durar 20 años. Y cuidar a una persona durante 20 años es muy costoso. En ese sentido, las farmacéuticas están intentando investigar por el hecho de que pueden tener beneficios. El problema es que, aunque llevan gastado mucho dinero, todavía no tenemos un fármaco que anule o pare la enfermedad, sólo tenemos paliativos, que quitan un poco los síntomas, pero que con el tiempo no hacen nada. Se requiere más dinero y más medios, es obvio en todos los sentidos.
¿Cómo se puede prevenir el alzhéimer con lo que sabemos?
En Inglaterra, empezaron a buscar cómo podían reducir el número de infartos y de problemas cardiovasculares. Han visto que lo que protege contra los problemas cardiovasculares también está protegiendo contra la demencia. Dos por el precio de uno. Están en un nivel muy inicial, pero ya hay datos, aunque necesitamos más casos para confirmarlo. Los hábitos de vida que son buenos para no tener problemas cardiovasculares pueden ser también buenos para no tener demencia. Además, utilizar lo más posible la mente es muy importante. Andar o hacer un deporte suave puede incrementar el número de nuevas neuronas en el cerebro adulto y eso también puede ser bueno.
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