Elaborado por Materia para OpenMind Recomendado por Materia
5
Inicio Nuevas tecnologías que facilitan la movilidad
10 mayo 2022

Nuevas tecnologías que facilitan la movilidad

Tiempo estimado de lectura Tiempo 5 de lectura

El vehículo autónomo, en el que el conductor apenas es necesario, es hoy una realidad técnica que promete revolucionar el concepto de movilidad. Pero lo cierto es que lleva ya años prometiéndolo sin llegar a materializarlo, y no solo por el elevado coste de estos vehículos, sino también y en buena medida por las barreras reguladoras que tardarán tiempo en desaparecer. Hasta que llegue el día en que nuestros coches se conduzcan solos, otras tecnologías ya están consiguiendo que los desplazamientos sean más ágiles.

Robots que pueden regular el tráfico, algoritmos que detectan personas para evitar accidentes o pasos de cebra que alertan a los adictos al móvil son solo tres ejemplos de tecnologías que ya se adaptan a nuestro movimiento.

Un robot entre peatones

Tanto conductores como peatones deben conocer las normas cuando circulan por las ciudades. ¿Y los robots? Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han diseñado un dispositivo autónomo que es capaz de seguir el ritmo del tráfico peatonal y observar los códigos compartidos por los peatones.

En un edificio del campus, el robot fue capaz de desplazarse a un ritmo humano (1,2 metros por segundo) durante más de 20 minutos. Equipado con sensores y cámara web, el dispositivo cuenta con algoritmos para mapear el entorno y determinar su posición. Para controlarlo, los ingenieros han utilizados los métodos de los vehículos terrestres autónomos.

Este pequeño robot es capaz de desplazarse entre la gente sin chocar con nadie. Crédito: MIT

Los investigadores imaginan su uso en las aceras de las ciudades para entregar paquetes o pedidos, pero también para transportar personas en recintos peatonales como centros comerciales, hospitales o aeropuertos. Además, proponen que podría servir para regular el flujo de personas o coches. Por ejemplo, si se le incorpora una luz verde o roja sería como un semáforo mucho más avanzado. “Se aplicarían algunos de los mismos principios, equilibrando sus objetivos, ya sea controlar el tráfico o llegar a una ubicación concreta, teniendo en cuenta las decisiones de las personas de alrededor, es decir, dónde quieren ir”, explicaba a OpenMind Michael Everett, uno de los ingenieros que han participado en su diseño. Recientemente los investigadores han incorporado un nuevo algoritmo mejorado de evitación de colisiones que sortea el tráfico con más habilidad y reduce el tiempo hasta el destino.

El algoritmo que detecta personas

En las grandes ciudades son frecuentes los atropellos a peatones, ya sea por falta de visibilidad del conductor, por despiste o por negligencia de la persona que cruza una calle. Accidentes de este tipo podrían evitarse gracias a los algoritmos de detección de peatones en los que trabajan numerosos grupos de investigación. 

En la Universidad de California en San Diego (EEUU), el laboratorio de Computación Visual Estadística dirigido por Nuno Vasconcelos es uno de esos grupos. Vasconcelos y sus colaboradores han desarrollado una herramienta que realiza la detección casi en tiempo real y con una mayor precisión. La tecnología, que incorpora modelos de aprendizaje profundo (entrenados con miles de imágenes), podría utilizarse en vehículos inteligentes, robótica y sistemas de búsqueda de imágenes y vídeos.

“Nosotros trabajamos en la detección en sí. Será el fabricante del automóvil quien decida qué hacer con ella, aunque se podría implementar en un ordenador ”, planteaba Vasconcelos a OpenMind. Los investigadores continúan mejorando sus sistemas para obtener mayor precisión y velocidad de detección. Sin embargo y aunque algunos fabricantes de automóviles ya ofrecen esta opción, una reciente revisión señala que aún existe una gran brecha entre estas herramientas y la percepción humana. Según los autores, “todavía hay muchos problemas, y mucho recorrido para la investigación”, sobre todo de cara a la detección en tiempo real.

Pasos de cebra para adictos al móvil

Caminar mientras miramos el móvil tiene sus riesgos, sobre todo si tenemos que cruzar una calzada. Se ha dado en llamar “zombis de smartphone” o smombies a las personas que cruzan atentas a su móvil y no al tráfico, enfrentándose al riesgo de un atropello. En algunas ciudades, como Sídney, Seúl, Tel Aviv o Singapur, entre otras, se han instalado pasos de cebra que incorporan luces de colores en los extremos por los que acceden los peatones. Cuando el semáforo se pone en rojo o en verde, la luz del suelo también se ilumina con el mismo color, llamando la atención de la persona que va mirando el móvil.

Cruzar la calle mirando el teléfono móvil es un peligro para peatones y conductores. Crédito: Tonnoro

Estas luces pueden orientarse hacia los conductores, sobre todo si el paso de cebra carece de semáforo y no se aprecia claramente. Con luces intermitentes amarillas rodeándolo, los conductores advierten desde la distancia que tienen que ir frenando. Otra opción que han puesto en práctica en la ciudad china de Chongqing ha sido pintar carriles exclusivos para gente que camina utilizando el teléfono. Otros sistemas utilizan plataformas que vibran para advertir a los peatones de cuándo no deben cruzar, o envían alertas al propio móvil. Aunque son muchas las iniciativas en este sentido, algunos expertos las cuestionan por considerar que premian el mal comportamiento de los peatones. 

La ruta más accesible

Moverse con un carro de la compra, un carrito de bebé o en una silla de ruedas no es una tarea fácil. Cuando estas personas calculan la ruta para ir a un lugar, las aplicaciones de navegación habituales no les informan de si las aceras están rebajadas o si una calle es muy empinada.

Ejemplo de ruta propuesta por AccessMap para ir al ayuntamiento de Seattle a través de la calle Union en lugar de subir por empinada calle Séneca. Crédito: Universidad de Washington/AccessMap

La herramienta AccessMap, diseñada por investigadores del Centro Taskar para la Tecnología Accesible de la Universidad de Washington (EEUU), contempla todos estos problemas y ofrece rutas personalizables a los ciudadanos de Seattle. Previamente, estos deben indicar sus preferencias, es decir, qué grado de inclinación pueden asumir o si necesitan bordillos rebajados, por ejemplo.

“En las rutas habituales, los algoritmos penalizan la distancia porque buscan la ruta más corta”, señala a OpenMind Anat Caspi, directora del Centro Taskar. En el caso de AccessMap el algoritmo no elige el camino más corto, sino aquel que tiene en cuenta las preferencias del ciudadano. Otras herramientas de navegación como OpenStreetMap o Google Maps están también introduciendo progresivamente opciones de accesibilidad para facilitar la circulación de los usuarios con dificultades de movilidad.

Peajes con pago automático

En muchas carreteras aún es necesario detenernos en una estación de peaje para pagar en el momento por el uso de la vía, lo que crea incómodos cuellos de botella en la circulación. Por ello, cada vez en más lugares se implantan sistemas de peaje automático que aportan mayor fluidez al tráfico.

La mayoría de estos sistemas utilizan un lector instalado en la vía que envía una señal de radio a un transpondedor en el vehículo, identificándolo y cargando el pago por el método previamente establecido. En algunos casos, como ocurre en el centro de Londres, se emplean cámaras que leen los números de matrícula. El usuario debe haberse registrado previamente en el sistema para efectuar el pago.

En los peajes tradicionales hay que parar obligatoriamente para pagar por el trayecto recorrido. Crédito: Jose Gonzalvo Vivas

En algunos países europeos ya se han implantado sistemas de peaje automático basados en los dispositivos de navegación por satélite de los propios automóviles, que se encargan de registrar el viaje del usuario y de producir la demanda de pago. La ventaja de esta opción es que no solo permite eliminar las estaciones de peaje, sino que también evita la instalación de costosas infraestructuras de cámaras y sensores en las vías.

Repartidores aéreos

En un mundo cada vez más conectado y más enganchado al comercio online, el reparto de paquetería ha adquirido tales proporciones que requiere un inmenso movimiento continuo de vehículos. En 2013 la compañía Amazon anunció que en los siguientes cinco años elevaría al cielo una flota de drones capaces de entregar las compras en los hogares de sus usuarios en 30 minutos. La iniciativa fue recibida con cierto escepticismo, y la realidad es que el reparto volante aún no parece haber despegado.

La consultora McKinsey & Company calcula que este 2022 habrá 1,5 millones de repartos aéreos, el triple que el año anterior. Crédito: Wikimedia Commons.
La consultora McKinsey & Company calcula que este 2022 habrá 1,5 millones de repartos aéreos, el triple que el año anterior. Crédito: Wikimedia Commons

La idea ha encontrado serios obstáculos en el camino, incluyendo retos técnicos y de seguridad, sin faltar algunos drones estrellados. Pero esto no significa que el reparto aéreo esté muerto. Es más, según la consultora McKinsey & Company, la industria existe y está en crecimiento: en los últimos tres años se han realizado más de 660.000 entregas aéreas, y cada día se están enviando 2.000 paquetes por esta vía en todo el mundo. En 2022, calcula la consultora, habrá 1,5 millones de repartos aéreos, el triple que el año anterior. Además de Amazon, compañías como Domino’s —que en 2016 entregó su primera pizza con un dron en Nueva Zelanda—, UPS, Alphabet (la matriz de Google), FedEx, Walgreens o Walmart están apostando por este canal, si bien las barreras reguladoras son importantes.

Laura Chaparro / Javier Yanes

@laura_chaparro /  ​​@yanes68

Comentarios sobre esta publicación

El nombre no debe estar vacío
Escribe un comentario aquí…* (Máximo de 500 palabras)
El comentario no puede estar vacío
*Tu comentario será revisado antes de ser publicado
La comprobación captcha debe estar aprobada