Aunque la infografía vive un momento dulce, expresar datos de forma visual es tan antiguo como las cavernas. A lo largo de la historia, el diseño de información ha acompañado de cerca a la cartografía, la estadística, la ciencia y el periodismo. No solo es una herramienta de difusión del saber, sino que forma parte de sus métodos.
Sólo mediante gráficos hemos llegado a poder entender ideas tan complejas como el movimiento de los planetas o la división del átomo.
Hoy todo parece susceptible de ser convertido en una infografía. Es el azúcar que lo hace todo digerible. Esas omnipresentes y atractivas viñetas en las que se comprime la más variopinta información para difundirla en las redes sociales son la versión moderna de los frescos románicos: la forma en la que la Biblia se hacía digerible para el vulgo. Comprimida, colorida y accesible para las masas. Estilo sin sustancia.
Víctimas de su popularidad, estos gráficos solo retienen las formas sin aprovechar las grandes virtudes del medio. Igual que no es la misma cosa el sushi que venden aquí abajo y lo que hace Jiro Ono, esos improvisados gráficos no dan idea del potencial de la infografía.
Una buena infografía puede salvar vidas. O casi, como el mapa del Dr Snow, que en 1854 intentó demostrar —sin mucho éxito, es verdad— que el cólera se trasmitía por el agua. No todos los gráficos pueden aspirar a lo mismo pero si pretenden ser un potentísimo vehículo de conocimiento, estos son tres elementos que un gráfico excelente debería tener. Por orden:
1. Rigor
Se da por hecho. O no. Este chart del Pravda (no Miuccia, el diario soviético) está trucado gráficamente para dar la impresión de crecimiento:
Pero rigor no significa solo precisión, implica respeto a los datos en un sentido más amplio. Dejarles hablar por encima de la ornamentación —evitar los “patos” de los que habla Edward R. Tufte. Y guiar al ojo para que el lector pueda descubrirlos poco a poco. Eso nos lleva a la segunda cualidad:
2. Profundidad
La belleza de los datos esta a veces en sus implicaciones y sus conexiones. Por eso una buena infografía debe de ser comprensible al primer golpe de vista, pero también, en un segundo visionado, permitir recrearse en los datos. Quizá en el proceso de razonamiento tanto analítico como visual que requiere un gráfico, lleguemos a conclusiones que no habíamos imaginado. Por eso una buena infografía ha de tener capas de información. Cualquier infografía de Francesco Franchi es un prodigio de riqueza visual y proporciona horas de entretenimiento y aprendizaje.

3. Narración
Storytelling que se dice en estos días. Cuando se mezclan con maestría lo temporal, lo espacial e incluso lo meteorológico para contar una historia a través de sus datos.
Interpretando este famoso gráfico de flujo de 1869 que muestra la marcha de Napoleón a y desde Rusia, se puede sentir el frío estepario e incluso la frustración del pequeño gran hombre.

Estos tres ejemplos tienen sus años. Me diréis que hemos superado el gráfico de barras. Hace varios siglos. ¿O no?
La representación de datos tiene sus convenciones. Así, la jerarquía se expresa mejor a través de árboles, los datos espacio-temporales a través de diagramas de flujo y la ocurrencia de un fenómeno a través de un mapa de distribución.
De lleno en la Era de la información, nunca antes habíamos dispuesto de tantos datos inmediatamente accesibles. Mientras domesticamos los Big data, algunas aplicaciones móviles lo hacen ya más manejable.
Nuevos tipos de datos hacen necesarios nuevos sistemas representacionales.
Así, la recopilación masiva de datos a través de los diferentes dispositivos móviles geolocalizados proporciona datos espacio-temporales inéditos. Existen numerosos ejemplos actuales de visualización de tweets relacionados con acontecimientos (fútbol, manifestaciones) que aunan la inmediatez con lo espacial, pero para continuar la línea de ejemplos históricos, incluyo este mapa de 2010. Hace ya cuatro años, Foursquare publicó este mapa que ilustraba lo registros en su aplicación relacionados con viajes, mostrando visualmente las tendencias de desplazamiento en Estados Unidos en el día de Acción de Gracias.

Consecuencia también de las nuevas tecnologías, la adaptación de nuevos estándares gráficos que funcionen en todos los dispositivos brinda nuevas posibilidades de movimiento e interacción que benefician especialmente al mundo de la información visual. ¿Alguna vez, atrapado en un atasco, te has preguntado el porqué del avance sincopado? Esta infografía interactiva resuelve el misterio de los flujos de tráfico de una forma experiencial a través de un botón de frenado.
Sintiéndose probablemente amenazado por el auge de la cultura cinética en los 70, Dalí dijo: “ Lo mínimo que se puede pedir a una escultura es que no se mueva”. Quizá esta lista que da nombre al artículo es ya obsoleta y deberíamos decir: “Lo mínimo que se puede pedir a una infografía es que sea dinámica”
Antonio Salazar
Diseñador grafico.
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