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23 julio 2013

Teoría cultural del riesgo III

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La naturaleza del Riesgo. Una aproximación sociocultural

Frente a definiciones cuantitativas del riesgo tenemos otras aproximaciones. Mary Douglas y Aaron Wildavsky, en su “Risk and Culture: An Essay on the Selection of Technological and Environmental Dangers” (1983) definieron la “Teoría Cultural del Riesgo”.  Según los autores, la percepción del riesgo, en cuánto lo valoramos y cómo actuamos en consecuencia depende en gran medida del contexto sociocultural en el que nos encontramos.

Pensemos en las implicaciones que tiene esta definición, cogiendo algo de perspectiva. El filósofo David Hume, principal exponente de la escuela empirista, afirmaba que el conocimiento sólo podía provenir de la evidencia, y que cualquier otro análisis podía dar lugar a error. La lluvia moja porque empíricamente se ha demostrado, y es imposible llegar a este conocimiento de otro modo. Forzando el argumento al extremo, la vaca no existe si no la veo. O al menos, no tengo modo de demostrar su existencia. O, buscando un argumento del mundo de la física, el gato está vivo y muerto al mismo tiempo, mientras no sea capaz de ver dentro de la caja (la interpretación de Copenhague del famoso gato de Schrödinger)

En los modelos matemáticos el valor que se le da al riesgo se cuantifica en función de la pérdida de valor o de rentabilidad que tienen unos activos financieros, o una línea de negocio, o una decisión estratégica. Es decir, el riesgo es una realidad que existe per se, independientemente del observador.

Ahora bien, la Teoría Cultural del Riesgo atribuye al propio riesgo de una dimensión que no es objetiva, sino subjetiva: depende de quién esté valorándolo. En el extremo, forzando el argumento nuevamente, el riesgo existirá o no en función de quién sea el observador.

Y los ejes que influyen en el observador son dos, según Douglas y Wildavsky:

  • El eje Grupo (Group) es una recta en el que se sitúan los individuos en función de la valoración que dan al individualismo. En un extremo, la meritocracia e independencia del individuo, en el otro el reconocimiento de la inter-dependencia y co-dependencia de las personas en una sociedad.
  • El eje Red (Grid) representa y ordena las creencias de los individuos sobre cómo organizarse una sociedad, bien desde un punto de vista altamente estratificado y con roles muy diferenciados, en un extremo, a posiciones más igualitarias y con una ausencia total de jerarquía en el otro.

Las personas se sitúan en cada uno de los cuatro cuadrantes, en función de sus preferencias y creencias.

La importancia que le dan a los problemas, cómo los priorizan, las soluciones que proponen y los riesgos en que incurren para que dichas soluciones tengan éxito dependerán del cuadrante en el que se sitúen las personas. El riesgo, por tanto, toma dimensión en función de la realidad sociocultural de la persona.

Karl Dake (1992) llevó a cabo varios trabajos empíricos sobre la Teoría Cultural del Riesgo. Mediante un sistema de encuestas, definió los  parámetros clave que definen cada uno de los cuatro cuadrantes (cuadro 1. Fuente: Cultural Cognition as a Conception of the Cultural Theory of Risk, Dan Kahan, 2008).

La naturaleza del Riesgo. Una aproximación sociocultural

Según la Teoría Cultural del Riesgo, los riesgos derivados de la existencia de un sector público de elevada dimensión serán mucho más valorados (serán más “caros”) para los grupos “Fatalistas” e “Individualistas” (Según la clasificación de Dake), mientras que los riesgos derivados de una economía libre de mercado sin ninguna regulación serán muy evidentes, y por lo tanto, mayor valorados, para los grupos “Igualitarios”.

Los trabajos llevados a cabo por Douglas, Wildavsky y Dake toman valor no sólo por su calidad, sino por haber abierto una nueva línea de investigación, con amplias ramificaciones con otras áreas del conocimiento.

Nuestra definición de riesgo no es, por tanto, una estructura fija. El riesgo no es un concepto mental con una manifestación real a la cual nos anclarnos para que nos sirva de referencia en cualquier circunstancia. El riesgo toma su razón de ser y su valor, precisamente, del contexto. Ésta es, por tanto, una de las primeras y más notables conclusiones que podemos obtener sobre la naturaleza del riesgo.

Si te perdiste la parte II de esta teoría pincha aquí.

 

Pedro Agudo

Economista, BBVA

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