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24 enero 2018

Tecnología al servicio de los sentidos

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Las gafas y los audífonos han mejorado la vista y la audición de millones de personas de todo el mundo, ¿pero qué ocurre cuando estos sentidos están casi anulados? Los investigadores se esfuerzan por desarrollar dispositivos que ayuden a paliar las lesiones de los sentidos humanos y a superar sus propias limitaciones

Audífonos sincronizados con otras herramientas electrónicas, narices artificiales y ojos biónicos son ejemplos de esta innovación sensorial. La tecnología aporta soluciones donde para muchos solo quedaba silencio y oscuridad.

Conectados con audífonos

Aunque hoy por hoy ningún dispositivo sea capaz de devolver la audición perdida al cien por cien, existen herramientas que mejoran notablemente la capacidad auditiva, incluso con ruido en el entorno. “Las innovaciones más importantes que hemos visto últimamente, además de los audífonos que ayudan a comprender el habla aunque haya ruido, se basan en la capacidad de los dispositivos para integrarse con el mundo tecnológico de los usuarios”, destaca a OpenMind Brande Plotnick, directora editorial del portal Healthy Hearing.

El audífono Oticon Opn se conecta con un iPhone o con un televisor inteligente y funciona como unos auriculares. Crédito: Oticon

Un ejemplo es el audífono Oticon Opn, que se conecta con un iPhone o con un televisor inteligente y funciona como unos auriculares. Así se puede hablar por teléfono, escuchar música o ver un programa de televisión de forma inalámbrica. También permite activar la calefacción o cualquier servicio domótico de la vivienda, al conectarse a Internet mediante la red IFTTT. “Esperamos un progreso continuo en la capacidad de los audífonos para conectarse a la tecnología auxiliar que los usuarios utilizan cada día”, avanza Plotnick.

Narices a prueba de olores

Cuando la comida empieza a pudrirse, su olor repulsivo proviene de un compuesto llamado cadaverina. Un equipo de científicos ha desarrollado una nariz artificial que identifica estos olores antes incluso que nuestro sentido olfativo. “Es un biosensor que imita a la nariz humana”, resume a OpenMind Tai Hyun Park, profesor de la Escuela de Ingeniería Química y Biológica de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur) y uno de los creadores del dispositivo.

Según el investigador, la nariz artificial podría ayudar a personas con problemas para identificar olores, aunque de momento se han limitado a que el biosensor reconozca la cadaverina. La bacteria E. coli les sirvió de huésped para insertar el receptor que reconoce la sustancia. La bacteria se ensambló en nanodiscos que, dentro de un transistor de nanotubos de carbono, conformaron la nariz artificial. Los autores proponen que la herramienta se utilice para localizar cadáveres sepultados tras desastres naturales, ya que el compuesto también se segrega cuando una persona muere.

Inteligencia artificial y ojos biónicos

La tecnología biónica ha conseguido que una mujer rusa con discapacidad visual en la infancia, que perdió la vista por completo en 2004, haya recuperado la visión parcialmente. Según publica Russia Beyond, a la paciente, de 50 años, le han implantado un chip en la mácula (el área central de la retina). Con unas gafas equipadas con una cámara, un receptor procesa las imágenes que esta capta y las traduce para que lleguen al implante ocular.

Sin necesidad de cirugía, algunos dispositivos aprovechan la inteligencia artificial para que las personas sin visión “vean” lo que hay a su alrededor. Crédito: U.S. Army photo illustration

El ojo biónico, desarrollado en Estados Unidos, se ha probado ya en una docena de pacientes con pérdidas visuales. Sin necesidad de cirugía, otros dispositivos aprovechan la inteligencia artificial para que las personas sin visión “vean” lo que hay a su alrededor. De esta forma, una cámara inteligente montada en unas gafas especiales permite al usuario leer textos o identificar rostros. Con la ayuda de un pequeño auricular, la tecnología procesa la información captada por la cámara y la traduce en audio, que transmite a la persona con discapacidad visual.

Una segunda piel contra las infecciones

Cuando una persona lleva una prótesis porque le han amputado una extremidad, da por perdida la sensibilidad en esa zona. Pero esto podría cambiar gracias a una piel artificial desarrollada por investigadores del Instituto de Tecnología de California (EEUU) y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza).

Los investigadores analizan la segunda piel con la que los militares podrían protegerse de agentes infecciosos. Crédito: Julie Russell/LLNL

El tejido, elaborado con una película fina y transparente de pectina y agua, detecta los cambios de temperatura en un rango de entre 5 y 50 grados centígrados. Los investigadores, cuyo artículo se publica en Science Robotics, proponen que la piel se coloque también sobre los vendajes para que los facultativos sepan si está aumentando la temperatura del paciente por una infección en las heridas. Otra forma de prevenir males mayores es la segunda piel ideada por el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (EEUU), destinada a proteger a los militares de ataques biológicos y químicos. Ubicada sobre la ropa, la membrana de nanotubos de carbono se ha mostrado eficaz repeliendo el virus del dengue.

Lengua para los daños del cáncer oral

Algunos pacientes con cáncer oral pueden perder la capacidad de hablar por los daños que causan los tumores en la lengua. Un equipo de odontólogos de la Universidad de Okayama (Japón) ha desarrollado una prótesis móvil de lengua dirigida a estas personas, informa The Japan Times. El dispositivo está elaborado con resina y se conecta a los dientes posteriores con un cable. Su ventaja respecto a otras prótesis es que puede moverse de arriba hacia abajo.

Junto a estas herramientas, existen lenguas artificiales para medir y comparar sabores. Equipadas con sensores, los dispositivos son capaces de identificar compuestos orgánicos e inorgánicos con una precisión que incluso mejora la sensibilidad humana. Estas lenguas de laboratorio son muy utilizadas en la industria de alimentos y bebidas.

Laura Chaparro

@laura_chaparro

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