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29 marzo 2019

Ruth Sager, dos veces pionera de la genética

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“Ruth Sager debe ser recordada sobre todo como una científica talentosa, original e imaginativa, que amó su vida de exploración de la naturaleza y que en sus últimos años llevó sus dones y su pasión a la investigación de la lacra del cáncer de mama”. Esta es una de las frases que la Universidad de Harvard dedica a esta científica nacida en Chicago el 7 de febrero de 1918, y que destacó como pionera de la genética por partida doble: durante las primeras décadas de su carrera investigó los genes que residen fuera del núcleo celular, mientras que en una segunda etapa y hasta su muerte el 29 de marzo de 1997 se adentró en los mecanismos genéticos del cáncer de mama.

Retrato de Ruth Sager. Fuente: Wikimedia

Sager emprendió su educación superior en la Universidad de Chicago con la intención de estudiar música o literatura, pero el amplio currículo de la universidad la llevó a descubrir los cursos de biología. Se apasionó entonces con la ciencia y se especializó en Biología, obteniendo un grado en Fisiología en 1938. Empezó a investigar en la Universidad de Rutgers y en 1948 obtuvo un doctorado en Genética en la Universidad de Columbia.

Sus primeros descubrimientos los realizó en su campo de origen, la fisiología vegetal. Durante su etapa en el Instituto Rockefeller se dedicó al estudio de los cloroplastos, los orgánulos celulares donde se produce la fotosíntesis. Mientras investigaba la reproducción del alga Chlamydomonas reinhardtii, combinó cepas resistentes y sensibles a la estreptomicina, un compuesto inhibidor del cloroplasto, y observó que la resistencia o la sensibilidad a este antibiótico se heredaba solo de uno de los progenitores, y no de los dos siguiendo las reglas habituales de la reproducción sexual.

Imagen de microscopio del alga Chlamydomanas reinhardtii. Crédito: Dartmouth College

El hallazgo sugería que este rasgo no se heredaba por vía cromosómica, lo que iba en contra del conocimiento de su época. Sager descubrió que estos genes estaban en los cloroplastos, fuera del núcleo celular.

Genes supresores de tumores

Aquel descubrimiento revolucionario le valió a Sager el escepticismo de sus colegas, a lo que se unía una discriminación sexista. No fue hasta años después cuando esta herencia extracromosómica quedó demostrada, lo que por fin le trajo a Sager su recompensa cuando fue nombrada profesora de biología del Hunter College en 1966.

En 1975, Sager fue invitada a unirse al Departamento de Microbiología y Genética Molecular en la Facultad de Medicina de Harvard. Este traslado le permitió emprender una nueva línea de investigación para estudiar el papel de los llamados genes supresores de tumores en el desarrollo del cáncer. En aquella época existía un gran interés en los oncogenes, genes cuyas mutaciones suelen producir versiones hiperactivas que conducen a la transformación maligna de la célula y al desarrollo de un tumor. Sin embargo, Sager proponía que la tumorigenicidad probablemente dependía de diversos tipos de genes, y que algunos de ellos implicados en el ciclo normal de la célula podían facilitar la aparición de un tumor cuando resultaban alterados y perdían su función. Así, fue una de las primeras investigadoras en demostrar la intervención de los genes supresores de tumores, identificando más de 100 y documentando cómo su expresión disminuía durante el proceso cancerígeno y cómo esto se relacionaba con la transformación celular, especialmente en el cáncer de mama.

Células de cáncer de mama. Fuente: National Cancer Institute

A pesar de no haberse destacado por su activismo feminista, Sager fue un modelo para miles de mujeres con vocaciones científicas, abriendo brecha para que muchas otras siguieran su ejemplo. Quienes la conocieron destacan de ella su pasión, no solo por la ciencia, sino también por las aficiones que cultivaba como la literatura, la música o la cocina. Respecto a su profesión, dijo en una ocasión: “La ciencia es muy exigente. Tienes que amarla de verdad. La ciencia es una forma de vida. Creo que todo viene del interior. Realmente llega a la esencia misma de tu existencia. Es muy parecido a ser una artista o una bailarina”.

Joana Oliveira

@joanaoliv

 

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